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Ciencia

Bebés con síndrome de Down eran enterrados con estatus especial en la Edad del Hierro

Bebés con síndrome de Down o de Edwards tuvieron el privilegio de ser enterrados en las casas durante la Edad del Hierro.

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Durante la Edad del Hierro, las comunidades ibéricas incineraban a sus muertos, pero algunos bebés y prematuros eran enterrados en las casas. El ADN en yacimientos de Navarra (España) revela que tres de ellos tenían síndrome de Down y uno de Edwards, lo que muestra que fueron apreciados por sus comunidades.

Análisis de restos de genoma de 10 mil individuos antiguos en busca de trisomías cromosómicas identificaron seis casos de síndrome de Down. Tres de ellos en dos yacimientos de la primera Edad del Hierro de Navarra (hace 2.800-2.500 años), dos de la edad de bronce (4.700- 3.300 años) de Grecia y Bulgaria, y otro en Finlandia datado en los siglos XVII-XVIII.

En Navarra (norte de España) se halló, además, un caso de síndrome de Edwards, que es el primero identificado en población arqueológica, revela un estudio que publica Nature Communications liderado por el Instituto Max Planck (Alemania) y con participación de las universidades españolas de Barcelona (UAB), de Alicante (UA) y de Navarra (UPNA).

Los bebés con afecciones genéticas identificados tuvieron el privilegio de ser enterrados en las casas, lo que es un indicio de que eran “personas que merecían una atención muy especial, eran valiosas para la comunidad”, dice a EFE Roberto Risch, arqueólogo de la UAB y coautor del trabajo.

De los tres individuos prehistóricos identificados en Navarra con síndrome de Down (tres copias de cromosoma 21), uno pertenece al yacimiento de Las Eretas y dos al de Alto de la Cruz, el mismo donde se encontró un caso -una niña- de síndrome de Edwards (tres copias del cromosoma 18), que es mucho menos frecuente y se asocia a problemas de salud más graves.

El trabajo es uno de los primeros estudios sistemáticos de cribado en muestras humanas antiguas en busca de condiciones genéticas poco comunes a través de un nuevo método estadístico de secuenciación, que se completó con una revisión osteológica y del registro arqueológico.

Para el equipo -señala Risch- fue una sorpresa que cuatro de los casos fueran de un proyecto de investigación de su grupo para entender por qué en la Edad del Hierro de Navarra algunos bebés muertos antes o al poco de nacer eran enterrados en casa y no incinerados como el resto de la población.

El total de restos analizados muestra que solo una niña con síndrome de Down encontrada en Grecia llegó a cumplir un año, pues en la antigüedad la supervivencia con esas condiciones genéticas era muy difícil.

En Navarra, todos tenían entre 26 y 40 semanas de gestación, por lo que Risch no descarta que alguno de los mayores pudiera haber nacido y sobrevivir algunos días.

Pero no todos los recién nacidos enterrados en casas eran casos con patologías genéticas. En el poblado de Las Eretas un niño con síndrome de Down estaba junto a una niña emparentada en segundo grado, que podría haber sido su hermanastra, indica en un comunicado el investigador Javier Armendáriz, de la UPNA.

A pesar de estar aún en gestación o haber muerto poco después de nacer, Risch considera que sí es posible que se reconociera que esos bebés tenían una alteración genética.

El investigador señala que otra de las autoras, la antropóloga física y comadrona Patxuka de Miguel, de la Universidad de Alicante, defendió que si “uno presta atención y tiene un poco sensibilidad si que nota que estos niños y niñas tienen algo diferente”.

En el estudio osteológico, los investigadores observaron anomalías en algunos de los individuos que podrían ser compatibles con su condición genética, sin poder descartar otras causas, señala un comunicado de la UAB.

El estudio destaca que algunos fueron sepultados con un rico ajuar funerario. Es el caso de una bebé con síndrome de Down del yacimiento de Alto de la Cruz, que apareció junto a un anillo de bronce, una concha marina y restos de tres ovinos o caprinos.

Además, estaba enterrada en un sitio decorado en un edificio que podría ser un lugar de culto o ritual. “Ocupó un lugar especial en un lugar también distinguido, lo que nos vuelve a recalcar que estas personas merecían una atención y un respeto especial”, reitera Risch.

El investigador descarta que perteneciera a un familia con un alto estatus porque en la primera Edad del Hierro en Navarra “había muy pocas desigualdades sociales” dentro de las comunidades.

El hallazgo de cuatro casos en dos poblados próximos y contemporáneos, como es el caso de Navarra, no supone que allí y en aquella época hubiera una mayor tasa de esas condiciones genéticas, indica Risch, quien precisa que ese extremo fue consultado con expertos.

“Lo que es diferente -dice- es que esas personas fueran seleccionadas para un tratamiento ritual, lo que nos ha permitido encontrarlas”.

Con información de López-Dóriga Digital.

JC

Ciencia

⁠¿Se pueden usar lentes de sol para ver el Eclipse Solar?

Si quieres disfrutar del Eclipse Solar debes tomar precauciones para no lastimar tu vista

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México está expectante ante la llegada de un nuevo Eclipse Solar, por lo mismo, surgen muchas dudas sobre cómo se debe disfrutar de este fenómeno de forma segura.

Ante la inminente llegada del eclipse solar, surge la pregunta entre muchas personas, ¿se puede ver el eclipse solar con lentes de sol?, la respuestas es no.

El Gobierno de México explica que no es recomendable usar lentes de sol, ni binoculares, cámaras fotográficas o de video, vidrios ahumados, filtros polarizados, telescopios o películas de color expuestas. Pues se considera que no otorga la suficiente protección para su vista.

¿Cómo me puedo proteger durante el eclipse solar?

Tanto el Gobierno de México como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomiendan no usar los siguientes objetos para disfrutar del Eclipse Solar del próximo 8 de abril:

  • No utilizar gafas o vidrios obscuros para ver la imagen del Sol, ni papel aluminio, agua o CD´s.
  • No mires directamente el Sol, puede dañar la retina en poco tiempo.
  • Observa el eclipse con filtros para soldar del número 14.
  • No usar radiografías
  • No usar negativos fotográficos
  • No usar agua como un espejo de proyección

Si buscas una forma segura de disfrutar del Eclipse Solar, tanto la UNAM como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), ofrecerán lentes especiales para poder ver de forma segura dicho fenómeno astronómico.

En el caso de la UNAM podrás recoger tus lentes en “Las Islas” de Ciudad Universitaria, donde además podrás disfrutar de múltiples actividades que se estarán ofreciendo en esta fecha especial.

El IPN ofrecerá lentes especiales para disfrutar del Eclipse Solar a 60 pesos en Planetario Luis Enrique Erro y el Museo Tezozómoc.

En caso de que no puedas acudir a las instalaciones de dichas universidades, pueden conseguir lentes especiales para ver el Eclipse Solar en tiendas en línea donde hay múltiples opciones que puedes considerar.

De acuerdo con el sitio de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un eclipse de Sol se da cuando la Luna tapa al Sol, dejando en oscuridad ciertas regiones del planeta. La duración sombría dura apenas algunos minutos.

Los estados mexicanos que disfrutarán de un eclipse total de Sol serán:

  • Sinaloa
  • Durango
  • Coahuila

Los demás estados de la República podrán disfrutar de un Eclipse Solar parcial, entre ellos la Ciudad de México.

Finalmente, el Instituto de Astronomía de la UNAM transmitirá en vivo el fenómeno, con imágenes de la NASA.

Con información de El Sol de México.

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Ciencia

Vivimos engañados: el arcoíris es un círculo, entonces ¿por qué vemos un arco?

Los arcoirís no siempre tienen forma de arco y desde las alturas es posible apreciar su forma real

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Cuenta una historia que al final del arcoíris hay una olla llena de dinero; sin embargo, dichos fenómenos meteorológicos no tienen principio ni final porque en realidad son un círculo.

Aunque al ver los arcoíris se puede observar la forma de un arco (de ahí su nombre), esa no es su forma real y solo es una percepción que se tiene desde la Tierra.Pero, ¿por qué no se ven completos?

Los arcoíris suelen formarse cuando sucede un evento particular, la presencia de lluvia y sol en un día. Entonces, la luz del Sol atraviesa una gota y la luz llega al lado opuesto de la gota, pero al salir puede hacerlo en diferentes direcciones.

Si no lo consigue por completo y esa fracción de luz que no sale regresa hacia una superficie curva, se formará el arco que se ve en la mayoría de las representaciones.

“Como resultado de esa reflexión y refracción, en una base con estas características, la luz sale por esta parte de la gota formando un ángulo de 138º”, explicó a National Geographic Fernando Ballesteros del Observatorio Astronómico de la Universidad de Valencia.

Sin embargo eso depende del ángulo desde el que se ve porque la forma real de los arcoíris es un círculo completo, el cual nunca se verá desde la superficie porque el horizonte se interpone, como si lo cortara por la mitad.

La única manera de verlo completo es desde las alturas, un avión podría ser la opción. Aunque también es posible en un lugar alto donde no haya ninguna interferencia en la vista.

“A menudo vemos que el arcoíris no es único, sino doble o incluso triple. Esto se debe a que la luz dentro de la gota sufre más reflexiones antes de salir de esta”, señaló Fernando Ballesteros.

De hecho, los ángulos pueden influir para que en ocasiones no se pueda contemplar el arco común e incluso parezcan líneas rectas.

Hace unos años, un operador de grúa que trabajaba en un rascacielos en Rusia logró captar un arcoiris completo en video.

Con información de El Sol de México.

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Ciencia

Los humanos transmiten más virus a los animales que al contrario, según un estudio

Investigadores concluyeron que los virus humanos se propagan con frecuencia de las personas a los animales salvajes y domésticos

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Los humanos transmiten más virus a los animales domésticos y salvajes de los que estos contagian a los humanos, concluyó un estudio de la University College de Londres.

Las conclusiones se publican en la revista Nature Ecology & Evolution y el equipo analizó todas las secuencias de genomas virales disponibles públicamente, con el fin de reconstruir dónde han saltado los virus de un huésped para infectar a otra especie vertebrada.

La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes están causadas por virus que circulan en animales. Cuando estos virus pasan de estos a los humanos, proceso conocido como zoonosis, pueden causar brotes de enfermedades, epidemias y pandemias como el Ébola, la gripe o COVID-19, explica un comunicado del College.

“Dada la enorme repercusión de las enfermedades zoonóticas en la salud pública, en general se ha considerado al ser humano como un sumidero de virus más que como una fuente, y la transmisión de virus de humano a animal ha recibido mucha menos atención”.

Para el estudio, el equipo de investigadores desarrolló y aplicó herramientas metodológicas para analizar los casi 12 millones de genomas víricos depositados hasta la fecha en bases de datos públicas.

Aprovechando estos datos, reconstruyeron la historia evolutiva y los saltos de hospedador de los virus de 32 familias virales, y buscaron qué partes de los genomas virales adquirieron mutaciones durante los saltos de hospedador.

Los científicos descubrieron que se había deducido que aproximadamente el doble de los saltos de hospedador se habían producido de seres humanos a otros animales (lo que se conoce como antroponosis) y no al revés.

Este patrón se repetía en la mayoría de las familias víricas consideradas.

“El trabajo del equipo pone de relieve el hecho, en gran medida infravalorado, de que los virus humanos se propagan con frecuencia de las personas a los animales salvajes y domésticos”, concluyen los investigadores.

Para François Balloux, uno de los autores, se debería considerar al ser humano como “un nodo de una vasta red de huéspedes” que intercambian patógenos sin cesar, en lugar de “un sumidero de bichos zoonóticos”.

“Estudiando y controlando la transmisión de virus entre animales y humanos, en ambos sentidos, podemos comprender mejor la evolución viral y estar mejor preparados para futuros brotes y epidemias de nuevas enfermedades, al tiempo que contribuimos a los esfuerzos de conservación”.

Cedric Tan, del College y del Instituto Francis Crick, explica que cuando los animales se contagian de virus humanos, no solo pueden dañar al animal y suponer una amenaza potencial para la conservación de la especie, sino que también pueden causar nuevos problemas a los humanos al afectar, por ejemplo, a la seguridad alimentaria.

Además, si un virus portado por humanos infecta a una nueva especie animal, el virus podría seguir prosperando aún si se erradica entre los humanos, o incluso evolucionar con nuevas adaptaciones antes de acabar infectando a los humanos de nuevo.

La entrada en las células suele considerarse el primer paso para que un virus infecte a un huésped.

Sin embargo, el equipo observó que muchas de las adaptaciones asociadas a los saltos de hospedador no se encontraban en las proteínas víricas que les permiten adherirse a las células y entrar en ellas, lo que apunta a que la adaptación vírica al hospedador es un proceso complejo que aún no se comprende del todo.

Con información de EFE.

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