Baja California
Valente Márquez Amézquita: Estafador Inmobiliario Protegido por la Corrupción
Premia a su séquito de estafadores en función de quién genere más ganancias mediante el fraude a la gente.
Tijuana BC, 8 de marzo.- Valente Márquez Amézquita ha sido señalado como un vulgar estafador inmobiliario, quien se escuda bajo la máscara de empresario. Se le acusa de enriquecerse a costa de fraudes y trampas, despojando a cientos de personas de sus propiedades y recursos.
La Mafia Inmobiliaria de Baja California, de la cual Márquez Amézquita es parte, es descrita como peor que la delincuencia organizada. Los propietarios de estas empresas supuestamente sobornan a funcionarios y políticos para encubrir sus actividades ilícitas, utilizando el tráfico de influencias para perpetrar numerosas irregularidades en detrimento de la población.
Grupo Concordia, propiedad de Márquez Amézquita, se ha beneficiado de la impunidad y la corrupción, vendiendo terrenos y propiedades sin la documentación adecuada y sin el respaldo de las autoridades competentes. A pesar de las denuncias presentadas ante la Fiscalía General de Justicia del Estado y la Procuraduría Federal del Consumidor, no se ha tomado acción alguna contra este individuo, quien presume tener a las autoridades “compradas”.
El descaro de Márquez Amézquita y su camarilla de cómplices es evidente, pues se jactan de su impunidad y burlan a la justicia sin temor a represalias. A pesar de las múltiples quejas y denuncias en su contra, continúan operando sin restricciones.
Blanco y Negro se ha comprometido a dar voz a las víctimas de estos fraudes, exigiendo que la Fiscalía General de Justicia deje de ignorar sus reclamos y tome medidas legales contra Márquez Amézquita y sus cómplices. Es inaceptable que delincuentes como él sigan en libertad mientras afectan a la población con sus acciones fraudulentas.
Es hora de poner fin a la impunidad y la corrupción que permiten que individuos como Valente Márquez Amézquita continúen enriqueciéndose a expensas de la gente trabajadora y honesta. La justicia debe prevalecer, y aquellos responsables de cometer delitos deben enfrentar las consecuencias de sus acciones.
