90 Minutos: Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo

Desde la capital del país, nuestro amigo Fernando Palazuelos, da nuevamente señales de vida para opinar sobre esto, como siempre, sin quitarle o ponerle coma alguna: Cristiano va a la grada del Camp Nou, se quita su ticha, aprieta el cuero y grita “¡Siuuuuu””. Como el semidiós que se cree ser, espera que sus compañeros lleguen a festejar con él. Pero ahí no para, el 7 del Madrid decide no ponerse la playera todavía y entonces cumple con su personaje. Reacciona a los abucheos y a la motivación de Marcelo: Recoge su jersey, la toma de los hombros y la levanta como a Simba en la película del “Rey León”. Si, un festejo pirata de lo que hizo Messi hace un par de meses. El portugués hace que a los culés se les olvide el marcador y se enfoquen en mentarle la madre. La versión de Trump madridista (por aquello del bronceado) lo volvió a hacer, les hizo un gol importante y les festejó mega mamador. 2-1 favor el Madrid.

La neta no creo que el “Ken” del Madrid busque venganza futbolera, eso de defender los colores yo no se lo compro ¿No se acuerdan que terminando la Champions estaba llore y llore que se quería ir del Madrid? pero dos meses después ya es bien defensor de los blancos, “nah mamar”.

Yo, así como el 99.99 por ciento del mundo mundial no conozco a Cristiano, solo tengo una vaga idea de “quién es” por la imagen proyectada dentro y fuera de la cancha. Esa imagen que nos permite ardernos por sus joyas de declaraciones como: “La gente me envidia porque soy guapo, rico y gran jugador”, o el éxito de “si todo el equipo estuviera a mi nivel, iríamos primeros”; y si les soy honestos creo que jugar ese personaje le conviene más que a Thalía haberse casado con Tommy Motola.

¿Por qué? Porque si lo pensamos bien, el buen CR7 es el segundo futbolista (después de Sir. David) que entendió que puede ser una marca con su personita y mi compare vive dándonos de qué hablar tanto en lo deportivo como lo que rodea al jogo.

En realidad, su estrategia está en forjar un personaje el cuál no pase desapercibido y decidió ser un “mamerto-inmamable”. El tipo más bronceado del orbe futbolero sabe que su físico es un producto bastante redituable. Sí, ese físico que nos cala a los panzones, “mi broder” tiene un par de añitos utilizándolo a su favor en películas como: CR7 underwear, CR7 footwear y ahora pronto va a salir su marca de pantos, sin mencionar que ya fue imagen de Armani y que es el niño malcriado de Nike. Todo esto por tener una imagen sumamente rentable. Sí, ser un mamerto-mamado es una excelente estrategia.

Y todo purista deportivo dirá que todos esos logros son por su rendimiento en el terreno de juego a lo que les digo: JAJA, imposible. Sir. David Beckham fue el Golden boy de Adidas por años y su rendimiento en la cancha la verdad es que no era de superestrellainternacional-terceraevoluciónpokemón.

Acéptenlo, hemos caído en la trampa y se vale. Namás pa’ que le echen números Cristiano como personita según Forbes es el atleta mejor pagado del mundo del 2017 contando sueldo y patrocinios. Mi compare vale 93 mdd anuales mientras que Messi, el mejor jugador del mundo y probablemente de la historia, llega a 80 mdd, digo ni uno se muere de hambre, pero pa’ que vean que sacrificar una que otra amarilla por quitarse la ticha y apretar chichita, tampoco es mala idea.

Así que después de analizar lo bien que le va al portugués estoy convenciderrimo que su festejo de Simba obvió toda intención deportiva. Algo que me repito y que espero y les ayude a ustedes si tampoco les cae bien el Cristi es: el futbol es pa’ divertirse y el bato encontró cómo entretenernos de una manera distinta dentro y fuera de la cancha.

A veces se nos olvida que el deporte es negocio y que los íconos deportivos no son más que un personaje que ellos quieren que veamos. Tons’ la próxima vez que hagas coraje porque Cristiano anda de fantoche, acuérdate que ni lo conoces y que esa fantochez lo forra de billetes.