Opinión
Altoparlante: El insulto de Pucheta
El insulto de Pucheta
Ya con el panorama más amplio respecto de la inhabilitación anunciada por el ayuntamiento de Mazatlán en contra de los exalcaldes panistas Alejandro Higuera Osuna y Carlos Felton González, es inevitable la conclusión de que existió un marrullero y desvergonzado manejo político, con una justicia muy a modo, parcial, que con enorme desfachatez mide lo mismo con varas distintas.
Brusco tropiezo en eso tan prometido de la transparencia y la rendición de cuentas.
En nuestro anterior Altoparlante referimos imprecisiones en la información y el resolutivo dado a conocer por la Síndica Procuradora de Mazatlán, Lourdes Sarabia López, y hoy detallamos algunas.
Para comenzar, que las periciales de mecánica de suelos y de la estructura del tiburonario encontraron fallas muy evidentes que implican responsabilidad administrativa, con el detalle de que ambos aspectos se decidieron durante el gobierno encabezado por el priísta Jorge Abel López Sánchez.
Además de la duda de que el acrílico que se colapsó, según otra pericial, fue dañado por un cincel… entre octubre y noviembre del año pasado, o lo que es lo mismo durante una administración panista y no durante la actual, que es tricolor.
Asombrosa precisión de los peritos contratados. ¡La NASA les da bola!
Dejemos en claro que no hay aquí ninguna defensa ni de Felton ni de Higuera; ya hemos expresado repetidamente que en la construcción del tiburonario de Mazatlán existieron numerosas y públicas irregularidades que deben ser castigadas.
Que cada quien pague lo suyo, pues.
Y en ello, la advertencia de que en la anunciada inhabilitación existen evidentes intencionalidades políticas con tufo electorero; la justicia pasa a segundo término y hasta brilla por su ausencia, en virtud de la parcialidad con que se actúa.
No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para saber que se actuó así por órdenes del alcalde Fernando Pucheta Sánchez, y queda la duda de si éste se fue por la libre en medio de sus aspiraciones para reelegirse como alcalde de la tierra donde se dan los hombres, o si tuvo el aval o la instrucción desde “más arriba”, en el gobierno estatal o federal, o en los altos mandos de su partido.
Urge el castigo de los responsables, sí, pero de todos y con estricto apego a la ley, por encima de colores, de fobias y de ambiciones personales.
Haya sido como haya sido, quedan claros la irresponsabilidad y el valemadrismo del gobierno que encabeza Pucheta.
El insulto y el menosprecio a la inteligencia y al sentido común de los mazatlecos y de los sinaloenses, a quienes por lo visto el alcalde nos considera retrasados mentales.
Tengo que repetir, en desagravio: no hay peor pendejo que el que cree que todos los demás son incapaces de ver las pendejadas por aquél comedidas.
¿¡Y en serio lo tienen ya considerado y hasta palomeado como candidato por la reelección como presidente municipal de Mazatlán!?
DICTADURA LEGALIZADA
Graves retrocesos hemos vivido durante los últimos años en materia de procuración y administración de justicia.
Reformas legales en las que decir la verdad se considera delito por el sólo hecho de que esa verdad puede ofender; la Ley de Seguridad Interior que vulnera abiertamente nuestros derechos humanos y garantías constitucionales; un sistema de “justicia” penal que protege más al delincuente que a las víctimas, son tan solo unos pocos ejemplos, de muchos.
El extremo absurdo de hacer legales algunos abusos y atropellos por parte de la autoridad.
La impunidad a casi todo lo que da, con licencia para que nos roben, se metan a nuestras casas cuando se les pegue la gana, nos desaparezcan, nos torturen y nos maten, sin que los responsables puedan ser siquiera molestados.
Y lo que falta, porque está demostrado que los dictadores que nos gobiernan no tienen llenadera.