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Tiempos Políticos: En Nueva Alianza, palabrería sin dirigente

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En Nueva Alianza, palabrería sin dirigente

Sin regidores y diputados locales que lo abandonaron como muestra de repudio, Jaime Valdez Juárez ideó realizar una conferencia de prensa cada lunes, para “hacer como que trabaja” como dirigente del Partido Nueva Alianza en Sinaloa, pero sin hechos, practica irónicamente la palabrería y, en contraparte, se entromete en las tareas de organismos y autoridades, cuando no arregla los graves conflictos internos partidistas.

Solo casi siempre y en ocasiones en compañía del secretario general de la junta Ejecutiva Estatal de ese instituto, Juan Antonio Zavala Parra, a quien le arrebató la posibilidad de la Presidencia, encabeza los eventos y para desviar la atención sobre lo que no hace dentro, se convirtió en un individuo de opinión de todo lo que sucede en la entidad. Es decir, de esos que no trabajan y nada más hablan, porque ignora que las palabras convencen pero los hechos arrastran a los seguidores.

Ya entre los maestros que integran la endeble estructura del Panal, comenzó a fastidiarles que el personaje a quien impusieron, sea puramente demagógico. Tal comportamiento encendió focos de preocupación, sobre todo, cuando están en medio en un proceso electoral en los que se jugarán el todo por el todo y no tienen quien los represente.

Los profesores igualmente le condenaron que cuando se sufrieron los efectos sísmicos en diferentes partes del país, solo se limitó a ser recolector de víveres y productos para enviar a los damnificados. O sea que de manera cómoda hizo lo que cualquier ciudadano sin partido, promovió en las calles. Jamás le observaron una iniciativa más contundente o de decisión para aportar parte del dinero que les llega a través de las prerrogativas.

O de aplicar los 150 mil pesos mensuales que recibe aparte, de la dirigencia nacional de Nueva Alianza, y que desde que asumió el cargo, intentó ocultar para que le valiera quejarse sistemáticamente de que no tiene recursos financieros. Sin embargo, lamentan que no sabe organizar a la militancia.

Jaime Valdez Juárez, tiene solo como su incondicional aliada –de lo que pronto dirán por qué- a Gloria Apodaca a quien le inventó un puesto que no aparece en el organigrama estatutario, pero en donde centra todo lo que planea hacer o más  bien no hacer. Son sol y sombra.

Empero, a juicio de los mentores, de entre los que se conformó el Partido Nueva Alianza en los tiempos de Elba Esther Gordillo, advierten que este dueto le dará “el tiro de gracia” a la institución en las elecciones del 2018, por lo que urge una renovación de la directiva antes de que se nominen candidatos.

O de lo contrario, los miembros del Cabildo en los ayuntamientos, no regresarán a las oficinas, al igual que los legisladores locales. Y Edén Inzunza Bernal, que debiera ser el líder de facto de Nueva Alianza, pero no controla ni la Sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que le cedió al enviado nacional Félix Mendoza, fracasará como su antecesor Salomé Rodríguez Manjarrez, si logra ser abanderado a diputado federal o local por la geografía de Salvador Alvarado.

En gestión constante, Jaime Quiñónez.

Otro que anda como el resto de los funcionarios del Panal, es Jaime Quiñónez. El regidor mantiene una intensa labor para alcanzar la candidatura a diputado local para el año entrante. Se moviliza por todos lados y gestiona demandas sociales.

Se reúne con profesores y con políticos de todos los partidos. Entrega pintura y material deportivo y artículos escolares en escuelas y a padres de familia.

Pero lo extraño, es que al ex secretario general del SNTE 27, no se le observa en compañía de Edén Inzunza Bernal o de Jaime Valdez Juárez.

Prácticamente camina al lado del alcalde priista de Culiacán, Jesús Valdez Palazuelos. ¿Qué raro?

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