Fidel, un hombre de otro tiempo
Al Comandante se le puede querer u odiar, pero no fue cualquier hombre. La Revolución no fue la obra de un pueblo, sino de un individuo y eso los cubanos lo saben y hasta su peor enemigo lo reconoce.
Al Comandante se le puede querer u odiar, pero no fue cualquier hombre. La Revolución no fue la obra de un pueblo, sino de un individuo y eso los cubanos lo saben y hasta su peor enemigo lo reconoce.
Pésimo maquillaje de legalidad….
Es evidente que en estos tiempos donde la tecnología se encuentra tan al alcance de nuestras manos, influya en nuestra vida a tal grado de convertirse en un medio de control de la misma, sin que siquiera nos demos cuenta que a través de diversos mecanismos, se maneje con ella, desde nuestras metas personales, hasta los movimientos políticos de un país.
Infinidad de veces he escuchado a personas adultas quejarse de la juventud de hoy en día, de su falta de valores y preocupación por el futuro. Nos acusan de vivir en la comodidad que nos ha brindado el “que tenga lo que yo no tuve” de nuestros padres y de no enfrentar la realidad por estar soñando con castillos en el aire.