Internacional
“El lugar de Dios”, el infierno para niños sordomudos
Acusan a dos curas de abusar sexualmente de los menores
Argentina.- Sin poder hablar y contarles a sus padres lo que vivían, niños sordomudos tuvieron que vivir un infierno durante una década; eran violados por dos curas y un empleado del Instituto Antonio Próvolo.
Los pederastas que durante 10 años hicieron sufrir por los menos a 12 menores, fueron detenidos. El instituto en donde los niños estaban internados pertenece a la iglesia católica.
Los abusos habrían iniciado en el 2007.
Los pedófilos implicados en las agresiones sexuales hacia los menores son el italiano Nicolás Corradi , de 82 años, quien había sido denunciado en el año de 1984 por la misma situación. El otro eclesiástico detenido es el padre Horacio Corbacho, de 56 años. Ambos implicados residían en el instituto, pero no lo dirigían. Más un empleado administrativo.
Los tres involucrados seleccionaban a sus víctimas, las llevaban a un sitio llamado “El lugar de Dios”, y ahí se aprovechaban de su condición para abusar sexualmente de ellos. Los niños que se quedaban en el lugar a dormir, eran los sacrificados. Los acusados se valían de que algunos de los menores no regresaban a casa, pues eran de escasos recursos o vivían muy lejos del lugar para ir y volver.
Después de que el sitio se quedaba solo, los curas violaban a los menores y los obligaban a que les hicieran sexo oral.
“Cuando el personal se retiraba, los chicos quedaban a merced de los curas y el empleado administrativo”, contó uno de los investigadores.
Fue la semana pasada cuando todo salió a la luz, gracias a que un joven hipoacústico conoció a la senadora provincial del radicalismo, Daniela García. Durante un acto público, el adolescente le contó lo que vivía en el instituto, por lo que se inició una investigación y los detalles impresionaron a los investigadores.
Con lenguaje de señas y asistidos por una intérprete, dos menores fueron interrogados. Los jóvenes dieron detalles del infierno que vivieron. El cura de 82 años tramitó el beneficio de la prisión domiciliaria por su edad.
Marcelo De Benedictis, vocero del Arzobispado, señaló que la Iglesia “tiene mucha tristeza e indignación”. De Benedictis se solidarizó con las víctimas y las familias, y dijo:
“Vamos a colaborar con la justicia”. (DEBATE)