Espectáculos
Polo Ortín aún no pensaba en irse
“Se acaba de ir el último gran comediante, y (quedan) los de la siguiente generación”
“Se acaba de ir el último gran comediante, y (quedan) los de la siguiente generación”, dice Jorge Ortín. El también actor viene de una familia donde su abuelo y su padre tuvieron una vida en el teatro y la televisión.
Pero fue su progenitor, Polo Ortín, quien debutó en el medio artístico a los seis meses de edad y murió de un infarto la madrugada de este martes a los 88 años, en el proceso de recuperación de una bronquitis.
Sus recuerdos más grandes tienen que ver con lo que más le aprendió: amar su oficio. “Siempre fue trabajar, hacer bien tu trabajo, ser profesional, ser puntual, entregarte. Es mi escuela. Él siempre entraba a un escenario o un foro con todas sus ganas y esfuerzo, para él cada vez que trabajaba era algo maravilloso. Es una carrera que amamos, que disfrutamos pero también es difícil y traidora”.
Su padre estaba muy contento porque iniciaría una telenovela junto al productor Nicandro Díaz; además le emocionaba recibir homenajes en vida durante los últimos meses.
El productor de teatro Gabriel Varela sabe que es una gran pérdida para el teatro y la televisión. Al igual que el actor Carlos Ignacio acudió la tarde de este martes a un velatorio ubicado en la colonia San Rafael. Este último compartió con él dos obras de teatro y lo recuerda como un compañero maravilloso.
“Es donde realmente el elenco se convierte en una familia porque pasas más tiempo en el teatro que en tu casa. Siempre estaba con esa sonrisa, positivismo y amor a su carrera, es lo que vamos a extrañar.
“Era nunca verlo de mal humor, jamás se molestaba por nada. Yo era el que me colgaba de las lámparas cuando fallaba algo de la escenografía y él decía ‘calmado, lo resolvemos’. Esa es una lección de alguien que ha vivido en el teatro y lo tomaba más tranquilo, yo creo que por eso duró tanto tiempo”.
“No pensaba irse”, dijo Jorge, pues su padre acababa de visitar al doctor esa tarde, además que se había hecho estudios para confirmar que su corazón estaba bien.
“Se fue a cenar (que no cenó), llegando a la casa se sintió un poquito mal. Se levantó al baño en la madrugada (cerca de las tres y media) y al entrar se cayó y ya no se levantó. Mi mamá fue y yo también, porque no podía abrir la puerta; todavía alcanzó a reaccionar, pero luego lo acosté para resucitarlo y ya no pude lograr nada”, contó Jorge.
Pese a que el doctor dice que fue un infarto al miocardio, su familia piensa que también fue un paro respiratorio porque anteriormente le costaba respirar. “Conforme pasaron los años los médicos le dijeron que si llegaba un paro otra vez ya no iba a sobrevivir”, recordó.