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Tecnología

Tesla abre su ‘embajada’ en San Francisco: una megatienda de 6.000 metros cuadrados

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El fabricante de coches eléctricos abre un espacio futurista en la avenida clásica de la industria del automóvil de la ciudad.

La meca de la tecnología no tenía un templo para su compañía predilecta, Tesla. El fabricante de coches eléctricos abrirá este viernes las puertas de su primera tienda en San Francisco. Será su flagship store, como se denomina en el argot comercial a los espacios pensados para captar la atención del público, ser lugar de encuentro y muestra de productos. Este martes por la noche abrieron de manera excepcional para los que ellos consideran sus amigos, un total de 400 personas entre inversores, simpatizantes y algunos de sus primeros clientes.

En la puerta esperaban los chaquetas azules de Luxe, una startup de aparcacoches bajo demanda, cortesía de la firma, y azafatas con una copa de champán de Napa para brindar. Nada más entrar, un Model S color guinda invitaba a sentarse y jugar con la pantalla del salpicadero. En la parte trasera su último modelo en la carretera, el Model X, conocido por sus puertas que simulan alas al abrirse. Entre ambos lugares, salas de reuniones, pantallas para comprobar su uso o dar toques de diseño al coche deseado, ordenadores Mac para navegar. Hasta un escenario había.

El local cuenta con más de 6.000 metros cuadrados. Es el segundo más grande, solo superado por la tienda de Noruega. Los de Fremont, localidad cercana a Oakland donde está la fábrica, tienen más de 260 espacios comerciales y confían en superar los 300 antes de final de año, hasta llegar a 440 durante 2017. Con la tienda de San Francisco han querido hacer una propuesta que sirva como modelo para las que vendrán.

Sin embargo, esta es la más completa. Ofrecen un café elaborado por baristas profesionales, que en Silicon Valley tienen la misma consideración que un gran coctelero o un repostero artesano, mientras se hace el mantenimiento. Algo así como el cambio de aceite habitual en los coches de combustible, pero más sofisticado. El nuevo espacio cuenta con un taller en su interior, permite probar sus coches, subirse, mover los asientos, comprobar que es cierto que tienen dos maleteros, delante y detrás, o personalizar el color del interior. También cuenta con un equipo de entregas, (delivery en inglés) que asegura la recogida del nuevo vehículo en un plazo comprendido entre seis y ocho semanas. Pero no solo venden coches. El cliente también puede adquirir su PowerWall, la batería para el hogar. El equipo del concesionario estará formado por 45 empleados.

Emplazamiento histórico

El mensaje es claro, están en el lugar donde históricamente se vendían los coches en la capital, la avenida Van Ness. Desde comienzos del siglo XX, los concesionarios de las grandes marcas estaban en esta calle, una de las arterias de San Francisco. Se considera el centro de la ciudad al espacio comprendido entre esta avenida y la calle Market. En el terremoto de 1916 Van Ness sirvió como cortafuegos. En Van Ness siguen Nissan, BMW, Toyota, Land Rover, Mini y Lamborghini. El antiguo edificio de Cadillac es hoy un cine y gimnasio. El de Tesla, hasta hace unos meses era el hogar de Bentley. Pero la de Tesla no es una tienda de coches más. Ellos consideran que son una empresa de energía limpia que, por ahora, hace coches y baterías.

El criterio para la elección del local tiene que ver también con la necesidad de un espacio amplio y su cercanía tanto con la 101, la carretera que recorre el estado de California, como con el puente Golden Gate, que conecta con  el condado de Marín al norte de la ciudad. El edificio se construyó en 1937, el mismo año que el icónico puente con el que se asocia la ciudad.

“Las reservas del Model 3 tienen un sesgo joven y urbano”, dijo Jon McNeill, presidente global de ventas, “así que esta tienda quiere ser su casa”. El coche, todavía en producción, es el más accesible de los presentados hasta ahora, con un precio de 35.000 dólares. Cuentan con más de medio millón de pedidos, que se esperan atender en 2018.

Una nueva forma de vender coches

A Tesla le persigue una polémica desde que comenzó a vender sus coches. Quiere cambiar la manera en que se elige y vende un vehículo a motor. Tesla no tiene concesionarios, sino tiendas. Una de las claves de la industria deja de tener sentido en este esquema. Tesla hace venta directa con un precio fijo. Mientras que históricamente los consumidores han peregrinado de concesionario en concesionario en busca del mejor precio, en esta cadena da igual en qué local se cierre el trato. De hecho, lo normal es comprar por Internet.

Tesla es el nuevo Apple. Las similitudes son muchas: aparatos sobre los que el fabricante tiene un férreo control, un líder mesiánico al que los jóvenes veneran y productos de alta gama que marcan estatus. No se define como un fabricante de coches, como Apple tampoco lo es, solo, de ordenadores, aunque sí comenzó así. Apple tiene iPhones, iPads, relojes y pronto nuevos aparatos.

Los asistentes esperaban una sorpresa de última hora con Elon Musk dedicando unas palabras. No fue así. Cerró la velada una actuación en directo de Capital Cities, un grupo con más de 300 millones de visitas en YouTube y teloneros de Katy Perry en su última gira. El 999 de Van Ness, en el cruce con O’Farrell, se perfila como la última atracción turística.

Con información de El País.

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Elon Musk dice adiós a Twitter.com; X.com se establece como el nuevo dominio de su red

Aunque el logo de Twitter cambió a X el pasado julio, el dominio ha seguido siendo Twitter.com hasta el día de hoy.

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La red social X (antes Twitter) migró completamente al dominio X.com, según ha confirmado su propietario, el multimillonario Elon Musk, en una publicación.

Aunque el logo de Twitter cambió a X el pasado julio, el dominio ha seguido siendo Twitter.com hasta hoy.

“Todos los sistemas centrales han pasado a X.com”, señaló Musk en X, acompañando su texto de una imagen en la que aparece una X blanca sobre un círculo azul.

Estos son los siguientes pasos de Elon Musk con su red social X

Musk creó una empresa llamada X Corp para cerrar la compra de Twitter, volviendo a una letra recurrente en los nombres de sus negocios, desde sus orígenes (en 1999 intentó crear una empresa financiera en línea llamada X.com) a su actual empresa aeroespacial, denominada también SpaceX.

En tiempos recientes declaró que su objetivo es expandir X a una macro aplicación que combine funciones de videollamadas, juegos, noticias, reservas en línea y otros servicios.

X, al igual que otras redes, está siendo investigada por los reguladores europeos por su potencial contribución a la desinformación.

Con información de Forbes

JE

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¿Quién es Frank McCourt, el multimillonario que intenta comprar TikTok?

McCourt vendió a Los Angeles Dodgers por una suma considerable en 2012. Así es como ha estado construyendo su negocio y su imperio mediático desde entonces, y creando un consorcio potencial para comprar TikTok.

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El inversionista y empresario multimillonario Frank McCourt está organizando una oferta para comprar TikTok a través del Proyecto Liberty, una organización a la que ha prometido 500 millones de dólares y que tiene como objetivo luchar por una Internet segura y saludable donde los datos de los usuarios sean propiedad de los propios usuarios y no de gigantes tecnológicos como TikTok, y su ByteDance, Meta o Alphabet. Project Liberty anunció la oferta potencial el miércoles y planea trabajar con el banco de inversión Guggenheim Securities y el bufete de abogados Kirkland & Ellis en el acuerdo en asociación con varios de los principales tecnólogos que ya participan en la iniciativa Project Liberty (Proyecto Libertad).

McCourt ingresa a la conversación con un historial de fuertes críticas a los gigantes tecnológicos, especialmente a TikTok, de propiedad china. “Tenemos que romper el modelo o evolucionarlo hacia uno en el que devuelva el control, la agencia, la elección, la propiedad y los derechos a los individuos”, dijo McCourt, de 70 años, a Forbes en noviembre. “En realidad, o es tecnología china o estadounidense. Esas son tus elecciones”.

Mejor conocido como el ex propietario de Los Angeles Dodgers, McCourt pasó la mayor parte de la última década concentrado en invertir los aproximadamente 850 millones de dólares en ganancias de la venta del equipo en 2012 a través de su compañía McCourt Global. Invirtió dinero en deportes, bienes raíces, tecnología, medios y una firma de inversión centrada en crédito privado. En enero de 2023, McCourt renunció como director ejecutivo de McCourt Global para centrarse en el Proyecto Liberty, pero sigue siendo presidente ejecutivo y propietario al 100%. Los activos de McCourt tienen un valor estimado de 1.400 millones de dólares, lo que lo sitúa en la lista de multimillonarios de Forbes por primera vez este año, aunque su riqueza está muy lejos de la valoración estimada de 220.000 millones de dólares de ByteDance. Planea recaudar dinero de fundaciones, donaciones, fondos de pensiones y del público en general como parte de su plan para cambiar las cuentas de los usuarios a un protocolo que les dé más control de sus identidades y datos digitales, según Semafor .

La oferta de TikTok probablemente se encontrará con una gran competencia, algunos de los mismos gigantes tecnológicos que son objeto de las críticas de McCourt a la infraestructura tecnológica mundial. McCourt no es ajeno a los planes a largo plazo, dada la amplia misión del Proyecto Liberty.

“Hay que empezar desde el punto de vista de que todo es posible, y luego nos enfrentaremos a los desafíos y los abordaremos uno por uno”, dijo a fines del año pasado sobre su búsqueda para reformar la tecnología. “Al final del día, no hay garantías de que nada de esto tenga éxito”.

Las raíces empresariales de Court se remontan a cinco generaciones, cuando su bisabuelo fundó McCourt Company, una empresa de construcción con sede en Boston. Asistió a la Universidad de Georgetown y se graduó en economía en 1975 antes de regresar a Massachusetts y desarrollar bienes raíces en el puerto marítimo de Boston a partir de la década de 1980.

Intentó comprar a sus amados Medias Rojas de Boston en 2001, pero perdió la oferta ante los multimillonarios John Henry y Tom Werner . Unos años más tarde, supuestamente utilizó 24 acres de tierra en el terreno de South Boston Waterfront como garantía para comprar los Dodgers de Los Ángeles por un valor empresarial de 371 millones de dólares en 2004. Su controvertido mandato como propietario de los Dodgers, que incluía acusaciones de mala gestión y evasión fiscal, terminó cuando el equipo se acogió al capítulo 11 de protección por bancarrota en 2011. McCourt vendió a los Dodgers por 2.200 millones de dólares en 2012, la venta deportiva más grande de la historia en ese momento, lo que le reportó aproximadamente 850 millones de dólares en efectivo, después de impuestos y una divorcio altamente litigioso.

¿QUIÉN ES FRANK MCCOURT, EL MULTIMILLONARIO QUE INTENTA COMPRAR TIKTOK?

Mientras tanto, McCourt había vendido la mayor parte de sus bienes raíces en Boston, gran parte de ellos en 2006, y comenzó a diversificar sus inversiones. Ahora sus propiedades incluyen un grupo de edificios en el exclusivo Distrito de Diseño de Dallas y participaciones en bienes raíces comerciales y residenciales adicionales en California, Texas y Londres. (McCourt Global vendió una participación en un desarrollo de Miami por 363 millones de dólares en 2022).

También ha seguido invirtiendo en deportes: en 2014, McCourt Global compró una participación del 50% en la Global Champions League and Tour, una de las competiciones de salto más conocidas del mundo ecuestre, que vendió por una suma no revelada en 2022. Cuatro años después de la venta de los Dodgers, McCourt también compró el histórico club de fútbol francés Olympique de Marseille por aproximadamente 50 millones de dólares. Desde entonces, ha invertido mucho en el equipo, que generó más de 200 millones de dólares en ingresos en la temporada 2021-2022, aunque, según se informa, el equipo ha perdido cientos de millones desde que McCourt lo compró, informó el Athletic. Casi al mismo tiempo, McCourt fundó una firma de inversión privada centrada en el crédito, MGG Investment Group, que pasó de 300 millones de dólares bajo gestión en 2016 a 5.600 millones de dólares en 2023.

McCourt también ayudó a establecer la Escuela de Políticas Públicas de Georgetown de su alma mater con una donación de 100 millones de dólares en 2013 y un segundo compromiso de 100 millones de dólares en 2021.

Durante ese período, McCourt se preocupó cada vez más por la propiedad de los datos por parte de los usuarios, después de darse cuenta de que muchos de los datos a los que los investigadores de Georgetown querían acceder no estaban disponibles para ellos.

“Dentro de la escuela hay un instituto de datos masivo”, dijo McCourt. “Sabíamos que el acceso a los datos sería fantástico para los responsables de la formulación de políticas, pero aprendimos muy rápidamente que los datos que realmente necesitaban no están disponibles para ellos porque están controlados por las grandes empresas tecnológicas. … Las personas con el poder en Washington o no entendían lo que estaba pasando con la tecnología y los datos de la gente, o miraban para otro lado porque estaban tomando dinero de estas grandes, poderosas y ricas plataformas que tienen cabilderos y defensores en todo el mundo. lugar.”

En 2021, McCourt decidió iniciar el Proyecto Liberty, que se centra en investigación, promoción de políticas e inversiones en tecnología para ayudar a las personas a tener más control sobre sus datos e identidades digitales, según su presidente y director ejecutivo en funciones, Tomicah Tillemann. Project Liberty tiene una rama de investigación en colaboración con la universidad francesa de investigación Sciences Po, Georgetown y Stanford, que financia proyectos de investigación relacionados con la propiedad de datos y las redes sociales. El trabajo de promoción toma la forma de eventos, incluidos varios en torno al libro de McCourt sobre el tema: “Nuestra mayor lucha: reclamar la libertad, la humanidad y la dignidad en la era digital”, que fue coescrito con Michael Casey de CoinDesk y publicado en marzo.

Mientras tanto, hasta ahora, el brazo tecnológico del Proyecto Liberty se había centrado en algo llamado Protocolo de redes sociales descentralizadas (DSNP), un protocolo de código abierto que permitiría a los usuarios poseer sus datos y conectarlos a través de plataformas. McCourt comparó DSNP con la forma en que funciona el mismo número de teléfono en diferentes operadores, pero un número de teléfono específico está vinculado a un usuario específico. McCourt invirtió en una plataforma basada en web3 con 20 millones de usuarios llamada MeWe, liderando una ronda de financiación de 27 millones de dólares en 2022.

No está claro qué tan viable sería el modelo económico para un protocolo descentralizado; todavía no hay suficiente investigación o una solución que pueda escalar al tamaño de los gigantes tecnológicos actuales, pero la intención de McCourt de migrar algunos de los datos de los usuarios de TikTok a DSNP sería un gran paso. un cambio mayor para su iniciativa.

Tampoco está claro cuánto ha donado el propio McCourt a la iniciativa, cómo planea gastar su compromiso de 500 millones de dólares y si parte de eso se destinará a una compra de TikTok. Pero una cosa es segura: McCourt, el principal financiador de la organización, que hasta ahora ha repartido unos 50 millones de dólares de su parte sin fines de lucro según su última declaración de impuestos, quiere que este sea su legado para la próxima generación. “Tengo la suerte de tener siete hijos”, dijo en el evento de presentación de su libro en marzo. “Te diré una cosa: por eso estoy luchando”.

Con información de Forbes

JE

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WhatsApp se enfrenta a fake news y viralidad en las elecciones

A pesar de que nadie puede acceder a las conversaciones de los usuarios, Meta ha ideado algunas herramientas para combatir el contenido desinformativo en esta plataforma.

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WhatsApp está presente en la vida de los mexicanos casi en cualquier momento del día. Desde que despiertan hasta que se van a dormir, las conversaciones en esta plataforma son algo común, al igual que los mensajes potencialmente desinformativos, un asunto que Meta, su empresa matriz, busca atender sin dañar la privacidad que propone la propia plataforma.

Paloma Szerman, gerente de políticas públicas de WhatsApp para América Latina, explica que este servicio de mensajería está cifrado de extremo a extremo, es decir, nadie fuera de la conversación, ni siquiera Meta, puede acceder a ella, lo cual complejiza la moderación de contenido como noticias falsas o llamamientos a no votar.

“WhatsApp tiene características distintas a Facebook, Instagram o Threads y por eso combatimos la desinformación de otras formas: prevención desde el diseño, medidas contra el abuso y colaboración con expertos”, explica la responsable de la plataforma en Latinoamérica.

Prevención desde el diseño

Si bien WhatsApp no puede incidir sobre las conversaciones de las personas, Szerman es consciente de que la plataforma suele ser utilizada para reenviar mensajes en cadena y es ahí donde han puesto atención para evitar la difusión de fake news.

Las etiquetas de reenvío, puntualiza la vocera, tienen la finalidad de marcar un mensaje proveniente de un autor que no es el original y en caso de que haya sido redistribuido más de cinco veces, el mensaje muestra una doble flecha en la esquina superior para dar una alerta de que es un contenido altamente reenviado y se debe tener ojo crítico a la hora de leerlo o volver a compartirlo.

Los mensajes se pueden reenviar a un máximo de cinco chats a la vez para limitar su visibilidad. “Generamos fricción y eso previene la viralización de contenido potencialmente desinformativo”, detalla Szerman, quien sostiene que esas medidas tienen efectos concretos en la cantidad de contenido viral que circula en la plataforma.

Prácticas contra el uso malicioso de cuentas

A pesar de las limitaciones, Szerman puntualiza que cuentan con la capacidad de detectar ciertas conductas por parte de los usuarios para determinar que están intentando crear cuentas automatizadas de forma masiva para usarlas en prácticas maliciosas y eliminarlas antes de que puedan enviar un mensaje.

En el caso de que las cuentas hayan sido creadas, algunos comportamientos que las delatan son enviar muchos mensajes uno tras otro. La especialista detalla que cuando una persona real escribe, aparece la leyenda “escribiendo…” debajo de su nombre, lo cual no sucede con un bot.

“Supongamos que una cuenta se registra y lo primero que hace es crear grupos a escala muy alta y una velocidad muy alta, mucho más rápido de lo que lo podría ser un humano. Bueno, eso también es un comportamiento anormal para nosotros y nos da pie a bloquearla”, comenta.

Otra forma de identificar ese tipo de cuentas de forma automática es a partir del nivel de contestación, pues si es muy bajo o nulo también representa un patrón fuera de lo común. Datos de la plataforma resaltan que 75% de las cuentas maliciosas se detectan y bloquean sin que un usuario envíe un reporte.

Alianzas para verificar contenido

Por último, la tercera forma de controlar el contenido es a partir alianzas estratégicas, como la que la empresa estableció con la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés) que, en el caso de México, participan medios de comunicación como AFP Factual, Reuters y Animal Político, a través de su división de verificación: El Sabueso.

Cada uno de ellos cuenta con sus propios chatbots que entregan contenido verificado a los usuarios, además de identificar la información potencialmente falsa con ayuda de las personas, quienes pueden enviar imágenes, audio o videos para que los equipos trabajen en detectar si se trata de contenido real o fake news.

Para ponerse en contacto con los verificadores solo es necesario enviar un mensaje al teléfono +52 55 2503 9334 en el caso de AFP Factual. Para contactar con Reuters el número es +52 56 2001 8078, mientras que en el caso de El Sabueso es +1 (573) 995 3927.

Otra forma de acceder a estos verificadores es a través del chatbot del INE, Inés, el cual está disponible en el número +52 55 5809 7300. A fin de preservar los principios rectores del INE, esta no es una herramienta para obtener información verificada sobre las candidaturas, partidos políticos y sus campañas electorales.

Con información de Expansión

JE

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