Internacional
Las pérdidas millonarias de Uber señalan un futuro sin conductores
Uber ha perdido más de 1.200 millones de dólares en el primer semestre de 2016. No ha tardado en “culpar” al coste que le suponen sus chóferes.
No es oro todo lo que reluce: pese a la enorme cantidad de titulares, polémicas desatadas y ruido generado, Uber ha perdido más de 1.200 millones de dólares en el primer semestre de año, según Bloomberg, que saca la información de una conference call con sus inversores, ya que al no cotizar en bolsa, Uber no tiene obligación de dar información pública de su actividad.
Más allá de detalles como el desglose trimestral de dichas pérdidas (520 millones en el primer trimestre, 750 en el segundo), y de los indicadores positivos para la compañía que deja este período, como el aumento tanto de las reservas como de los ingresos, lo interesante está en lo que Uber deja entrever con la argumentación frente a estas enormes pérdidas.
Para la empresa, la remuneración de los conductores es la culpable de estas pérdidas. Frente a esto, cabe esperar una reacción del estilo “oh, vaya, hay quien pretende cobrar por su trabajo, habráse visto”. Pero lo cierto es que desde hace tiempo es bastante evidente que para Uber este escenario es temporal: ahora está centrada en posicionarse y captar usuarios para el día de mañana disfrutar de las ventajas de los coches autónomos, empezando por ahorrarse los pagos a conductores humanos que comen, se emparejan, y tienen aspiraciones para su tiempo de recreo.
Hace pocos días ya vimos que Uber ya tiene lista su flota de coches autónomos. En primera instancia, los coches estarán supervisados por humanos, y sus primeros viajeros no tendrán que abonar nada por los viajes. Más posicionamiento y fidelización para una sociedad que tendrá que pasar por un período de aclimatación antes de normalizar al coche autónomo. Todavía falta, pero Uber estará ahí el primero. Aunque siga perdiendo dinero.
Con información de Hipertextual