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Si Joe Biden renuncia a la candidatura, ¿qué sigue para el Partido Demócrata?

La presión en el interior de la agrupación política para que el presidente abandone su campaña de reelección crece cada día más, pero el futuro es incierto si el presidente toma esa decisión.

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La candidatura de Joe Biden está contra las cuerdas. Demócratas de cada vez mayor rango le están pidiendo que, por lo menos, considere la posibilidad de abandonar su campaña de reelección, un llamado que no ha hecho más que crecer desde su pobre desempeño en el primer debate ante Trump.

Entre quienes han hablado está, de acuerdo con reportes de medios estadounidenses, el expresidente Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente entre 2009 y 2017.

“Varios demócratas de alto nivel nos dicen en privado que la creciente presión de los líderes del partido en el Congreso y amigos cercanos persuadirá al presidente Biden para que decida abandonar la carrera presidencial, tan pronto como este fin de semana”, indicó Axios en una nota la mañana del jueves.

Biden incluso está comenzando a considerar que es posible que no gane las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, a pesar de que ha dicho que es el único demócrata capaz de derrotar al republicano Donald Trump, de acuerdo con un reporte del New York Times, que cita a cuatro fuentes cercanas al presidente.

El mandatario no sería el primer presidente estadounidense que renuncia a su campaña de reelección, pero sí el primero en hacerlo cuando las campañas están bien avanzadas y las elecciones primarias están finalizadas.

Harry Truman (1952) y Lyndon B. Johnson (1968) decidieron retirar sus campañas de reelección en marzo de sus años electorales a pesar de ser elegible para postularse para un segundo mandato, recordó Matt Dallek, historiador político de la Universidad George Washington, en entrevista con la revista Time.

“Lo que no tendría precedentes y lo que hace que la situación de Biden sea única es que es tan tarde en la campaña”, dijo Dallek, y agregó que ningún candidato se ha retirado de la elección después de conseguir los delegados suficientes para ser candidato.Joe Biden, quien no tenía competidores de peso al interior del partido, se aseguró la nominación demócrata en marzo después de ganar más de 3,800 delegados.

Joe Biden, quien no tenía competidores de peso al interior del partido, se aseguró la nominación demócrata en marzo después de ganar más de 3,800 delegados.¿Qué seguiría después de una renuncia de Biden?

Si Joe Biden decidiera tirar la toalla, el proceso para sustituirlo sería un poco técnico.

El presidente ya ha sido designado candidato presidencial demócrata en una serie de primarias celebradas entre enero y junio.

Por tanto en teoría debería ser entronizado en la convención del partido en Chicago.

Si Joe Biden abandonara la carrera antes de esta convención, prevista para comenzar el 19 de agosto de agosto, la última palabra correspondería a los delegados del partido, 3,900 personas con perfiles muy variados. La opinión pública desconoce a la mayoría de ellas.

Reitrarse antes de la convención demócrata es legalmente fácil pero políticamente difícil, dijo Derek Muller, profesor de derecho de la Universidad de Notre Dame que se especializa en derecho electoral, a CBS.

“Es políticamente desordenado antes de la convención, pero no es legalmente desordenado”, dijo Muller. No hay ningún impedimento legal para que se aparte como presunto candidato demócrata.

Sería entonces una “convención en la que todo está permitido”, ya que cada bando trataría de impulsar a su candidato, predice Elaine Kamarck, investigadora del Brookings Institute, en una nota reciente.

El proceso podría desordenarse si Biden no respaldara a un candidato de reemplazo, que es lo que sucedió en 1968 después de que Johnson se retirara de la carrera, dijo Kevin Boyle, profesor de Historia estadounidense en la Universidad de Northwestern.

“Si Biden no respaldara a su vicepresidenta, entonces habría una mini campaña para reclutar y ganar el apoyo de la mayoría de los delegados”, indicó.

Durante esa minicampaña, el candidato ganador tendría que asegurar el apoyo de la mayoría de los delegados para capturar la nominación.

Julian Zelizer, historiador político de la Universidad de Princeton, advirtió en entrevista con Time que las convenciones abiertas con varios candidatos compitiendo por la nominación a veces pueden ser agotadoras y tener múltiples votos nominales. Durante la Convención Nacional Demócrata de 1924, se llevó un récord de 103 votos antes de John W. Davis emergió como el candidato presidencial.

¿Y si Joe Biden abandonara entre la convención y las elecciones? El “comité nacional” del partido celebraría una sesión extraordinaria para nombrar al candidato.

Ese escenario ocurrió en 1972 cuando Thomas Eagleton se retiró como candidato a la vicepresidencia, lo que llevó al DNC a seleccionar a Sargent Shriver como su reemplazo en la lista.

¿Y los donativos?

La campaña de reelección del presidente estadounidense Joe Biden tiene una enorme cuenta bancaria que podría beneficiar a un candidato alternativo si abandonara su candidatura a la Casa Blanca, pero las normas sobre financiación de campañas limitan cómo se puede gastar ese dinero.

La campaña de Biden informó a la Comisión de Elecciones Federales (FEC, su sigla en inglés) el mes pasado que tenía 91 millones de dólares en el banco a finales de mayo, una suma significativa aunque menor que los 116 millones de dólares que la campaña de Trump dijo a la FEC que tenía en el banco. Ambas campañas deben revelar el sábado cifras financieras actualizadas hasta junio.

Los expertos en derecho de financiación de campañas no están de acuerdo sobre la facilidad con la que el dinero podría cambiar de manos. Saurav Ghosh, abogado del Campaign Legal Center, un grupo de vigilancia no partidista, dijo que hay dos escenarios en los que el control del dinero de Biden podría transferirse sin problemas a un nuevo candidato: si ese candidato fuera la vicepresidenta Kamala Harris, o si Harris se convierte en compañera de fórmula de un nuevo candidato.

Como actual compañera de fórmula de Biden, el nombre de Harris aparece junto al de Biden en los documentos de registro de la campaña. “Si Harris permanece en la lista, ya sea como candidata presidencial o vicepresidencial, la nueva lista mantendría el acceso a todos los fondos”, dijo Ghosh.

Brad Smith, profesor de derecho en Capital University y excomisionado republicano de la FEC, dijo que algunas interpretaciones legales podrían no sancionar que una candidatura de Harris tome el control del dinero si Biden abandonara la carrera antes de ser nominado formalmente por su partido para presentarse, un procedimiento que se espera para las próximas semanas.

Según ese argumento, “ella no es oficialmente la nominada, ¿verdad? Así que no es en parte su dinero”, dijo Smith. Agregó que reguladores federales en el pasado han argumentado que tal transferencia estaría permitida, pero que los abogados republicanos podrían presentar una demanda legal de todos modos. Si Biden se retirara después de que él y Harris fueran los nominados, el reclamo legal de Harris sobre el dinero sería más claro, dijo Smith.

Para los republicanos, no cambiará la campaña

La campaña de Donald Trump no “cambiará fundamentalmente” si Joe Biden se retira, aseguró el jueves a la AFP Jason Miller, uno de los asesores más cercanos del candidato republicano, quien participa de la convención del partido en Milwaukee.

“No cambiará fundamentalmente”, dice el directivo, involucrado en las campañas presidenciales de Trump desde 2016.

“Ya sea Joe Biden, (la vicepresidenta) Kamala Harris u otro demócrata de izquierda radical, todos son responsables de la destrucción de nuestra economía y de la desintegración de nuestras fronteras”, añadió, pocas horas antes del discurso de Trump en la convención.

El discurso no será “sobre Joe Biden”, confiesa Miller, amigo íntimo del magnate republicano. El discurso “trata sobre el presidente Trump y su visión del país”, dijo.

Con información de Expansión

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