Internacional
Trump anuncia aranceles del 25% para todos los coches no fabricados en EE.UU
El gravamen entra en vigor el 2 de abril y el presidente asegura que este es el “principio de la liberación” mientras anima a manufacturar vehículos en Estados Unidos porque no pagarán este impuesto
En busca de un cambio de tercio informativo. Frente al desprestigio por el escándalo de la filtración a un periodista de The Atlantic de los planes de bombardear Yemen, Donald Trump echó mano de su táctica habitual de sacar otro asunto que mueva el foco de la opinión pública.
Así que, en una rueda de prensa no programada, el presidente de Estados Unidos anunció este miércoles por la tarde la imposición de aranceles del 25% a todos los coches que no estén construidos en Estados Unidos. La medida entra en vigor el próximo 2 de abril y la recaudación empieza el 3.
Como factor ilustrativo recordó que Honda construirá una planta de producción en Indiana y remarcó que “si construyes aquí, no pagas aranceles”.
El Dow Jones, que iba al alza, entró en números rojos en cuanto la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt comunicó de súbito sobre la modificación de la agenda presidencial y el motivo. El Nasdaq tuvo su peor jornada en dos semanas. El S&P 500 se dejó un 1%.
“Esto va provocar un agujero en la industria del automóvil en EE.UU. como no se había visto”, dijeron algunos expertos, que alertaron del peligro que corre la producción propia.
Ya se preveían unos aranceles del 25% que suponían aproximadamente un encarecimiento de 3.000 dólares por vehículo. Apuntaron además una disminución en las ventas y que la producción extrajera probablemente se desacelere. Entorno al 54% de los vehículos que se venden en EE.UU. proceden de México, Corea del Sur, Japón, Canadá o la Unión Europea (UE).
Este movimiento intensifica aún más su guerra con los socios comerciales antes de un impulso arancelario más amplio previsto para el próximo miércoles, 2 de abril, que el mandatario estadounidense ha calificado de “día de la liberación” o “el gran día”. No se olvide que, para él, la palabra arancel es una de las más bonitas de cuantas hay en el diccionario.
“Hoy es el principio de la liberación”, se arrancó este miércoles en su comparecencia “Va a volver el dinero que nos han quitado, los trabajos que nos han quitado enemigos y amigos, a veces estos son los peores”, sostuvo. Calculó que en un años se puede ganar de 600.000 millones a un billón.
Trump ya había dado a entender que los impuestos a los coches extranjeros podría ser previa a la fecha marcada para esos aranceles recíprocos, pero todo apunta que el asunto se aceleró por el impacto mediático del caso que coloca en muy mal lugar a su gobierno y a él mismo dada esa imagen de poca seriedad en una cuestión tan secreta como bombardear a un país extranjero.
Trump ha subrayado desde hace tiempo sus planes de imponer fuertes gravámenes a los socios extranjeros. Pero esta impredecible y frecuentemente volátil mutación en la implementación de estas políticas ha generado agitación en el mercado bursátil, ha dejado a los líderes empresariales en la incertidumbre sobre como planificar el futuro y a los ciudadanos con el temor a que la recesión se revitalice.
Esto quedó más que demostrado al publicarse este martes que la confianza del consumidor estadounidense continuó su fuerte caída en el 2025. Sus opiniones sobre el futuro financiero cayeron este mes al nivel más bajo en doce años, alimentadas por la creciente ansiedad debido a los aranceles y los precios en el supermercado.
Esta caída de confianza es de 7.2 puntos en marzo, para quedarse en 92.9. Significa el cuarto mes consecutivo de declive y su lectura más baja desde enero del 2021, todavía bajo el efecto de la pandemia. Y las expectativas a corto plazo de los ingresos, los negocios y el mercado laboral descienden aún más. El propio Trump jugó con la idea de una recesión, que sería algo positivo antes de llegar a la tierra prometida. Desde los grandes negocios o los analistas bancarios le contradijeron: una recesión siempre es negativa.
Su plan para el próximo miércoles, tal como fue descrito originalmente, consiste en fijar aranceles recíprocos a todos los países que ya disponen o tienen intención de ponerlos en las importaciones de productos estadounidenses, a la vez que también imponen tasas en respuesta a otras políticas comerciales desfavorables como el uso de impuestos al valor añadido. A los europeos los amenazó con gravámenes del 200% a las bebidas alcohólicas.
Sin embargo, el presidente y sus colaboradores han sugerido en jornadas recientes que los aranceles previstos para el 2 de abril podrían terminar siendo más suaves de lo que parecían al principio. “Habrá flexibilidad”, afirmó Trump el pasado viernes y este martes añadió que esos gravámenes serán “más indulgentes que los recíprocos”.
A todo esto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó que los países puede pre negociar con EE.UU. para evitar esas obligaciones comerciales.
Con información de La Vanguardia.