Caro Quintero asegura haberse retirado del ‘narco’ y pide que lo dejen en paz

Niega Rafael Caro Quintero ser un narcotraficante. Afirma que él ya pagó su condena y que el gobierno de México y EEUU se equivocan a nombrarlo como líder del narco.

En una pequeña casa aislada ubicada en las montañas de la Sierra Madre al sur de El Paso, la periodista del HuffPost México, Anabel Hernández, entrevistó a Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA.

Para encontrarse con Quintero, durante 12 horas la periodista atravesó en varios vehículos, entre militares y decenas de drones del gobierno, la principal zona de México donde se cosecha y se procesan miles de toneladas de amapola.

Rafael Caro Quintero, alias “el Príncipe”, nunca duerme más de dos noches en el mismo lugar porque lo persiguen autoridades mexicanas y estadounidenses.

La Agencia Antidrogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés) acusa a Quintero y a Ismael “El Mayo” Zambada” de liderar el cartel de Sinaloa, una de las organizaciones del narcotráfico más poderosas del mundo, ya que opera en América, Europa, Asia y África.

Además de tráfico de drogas, “el Príncipe” es acusado de torturar y asesinar a un agente encubierto de origen estadounidense y a un piloto mexicano, crímenes que no ha pagado en su totalidad, aunque haya pasado 30 años en prisión.

En la entrevista, el capo vestía pantalones azules, una chaqueta verde y sus zapatos cubiertos de lodo; se veía más rejuvenecido, ya que tenía el pelo teñido de negro oscuro cubierto por una gorra Adidas en color azul.

Quintero, de 65 años originario de Badiraguato, asegura que ya no pertenece a ningún cartel de la droga, dice que ahora sólo se dedica a huir.

“Todo lo que hago es huir, por algo para lo que ya cumplí mi condena”, dijo.

El capo insistió en que la DEA y el gobierno mexicano mienten, pues según, ya no es el líder del Cartel Sinaloa.

Sin embargo, información recopilada por autoridades estadounidenses afirman que narcomantas señalan a Quintero y a El Chapo como los jefes del tráfico de drogas en el norte de México, mientras que funcionarios mexicanos acusan a “el Príncipe” de dirigir el contrabando de cargamentos de cocaína, metanfetaminas y heroína hacia Estados Unidos.

“¡Quienquiera que lo diga miente! Es una mentira… “No soy traficante de drogas. Nunca he movido heroína. Nunca he traficado con anfetaminas. No he traído un solo gramo de cocaína de Colombia, contrario a lo que dice la DEA. Lo que vendí fue marihuana en México, hace 33 años. Quien diga lo contrario, ¡repito que está mintiendo!”, explicó.

No obstante, Caro Quintero reconoció que se reunió con “El Mayo” y con “El Chapo”, antes de que éste fuera capturado.

“Nos conocemos desde hace muchos años, al igual que conocía a Zambada. Tengo mi respeto por ellos y eso es todo. No he hecho ningún negocio con ellos. Y ahora que soy libre, no quiero tener nada que ver con las drogas”, comentó.

Anabel Hernández le dijo “Aquí está el informe en el que lo acusan”, y el capo contestó:

“Bueno, no he vuelto a las drogas ni voy a hacerlo nunca. Quienquiera que diga eso está mintiendo. ¡Sajid o quien sea que esté diciendo esto a la DEA está mintiendo”, insistió.

Sajid Emilio Quintero Navidad, alias “El Cadete”, primo de Caro Quintero, se entregó el pasado 25 de enero a las autoridades de Estados Unidos y se declaró culpable de los cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero. Se cree que llegó a un acuerdo con la fiscalía.

“Si es Sajid quien me acusa, Sajid está mintiendo. ¡Y si dicen que soy uno de los líderes del Cartel de Sinaloa, eso también es una mentira! “, afirma Quintero, cerrando la mano en un puño, describió Anabel en Huffpost.

“El Príncipe” pidió a la DEA y al gobierno mexicano tener más cuidado con sus investigaciones:

“Yo pediría que la DEA sea más cautelosa en sus investigaciones, y también el gobierno de México. Si pueden probar que es realmente cierto, me entregaré, pero no me entregaré para convertirme en informante”.

Caro Quintero concluyó que aceptó esta entrevista para pedir tranquilidad, tanto para él como para su familia:

“Mire, lo que quiero es que la gente me deje en paz… lo que me queda de vida, quiero vivirlo en paz… Todos nosotros, creo, merecemos una segunda oportunidad”.(The Huffpost México/Radioformula).