México
Fe y Sabor: La Tradición de la Candelaria
Sabores, olores y texturas en los tradicionales tamales y atole atraen a todas las edades en cualquier latitud de la capital mexicana.
El Día de la Candelaria es motivo de reunión familiar, con amigos o el momento para reflexionar sobre el cierre del ciclo religioso que comienza en diciembre y concluye este dos de febrero con la presentación y bendición del Niño Dios, acompañada de la tradicional “tamaliza”.
Por cualquier sitio es propio encontrar la venta de tamales y atole. Afuera de las Iglesias, en las calles de colonias, pueblos y barrios.
Desde muy temprana hora, muchas personas salieron en busca de los tamales, ya sea de hoja de maíz o de plátano conocidos como los oaxaqueños.
Los sabores tradicionales son de mole, rajas, salsa verde y de dulce, pero también hay otros no tan comunes.
“Estamos haciendo la tradición y nos comemos un oaxaqueño, uno verde y otro de suadero siguiendo la tradición de la Candelaria…en la noche vamos a levantar al niño Dios y en mi casa vamos a hacer los tamales a ver si nos quedan sabrosos como los de aquí”, señalaron devotos de la Virgen de la Candelaria.
El atole como los que se ofrecen en la feria del tamal en la alacaldia Iztapalapa, nos deja ver la amplia variedad de sabores.
“Nosotros trabajamos los atoles y tamales Gourmet. Nuestros atoles son de leche de cabra, hay de mamey y también tenemos de higo, nuestros atoles son 100% de fruta natural”.
“Están elaboradas con leche de cabra, con fruta de temporada y frutas exóticas como chongos zamoranos, guayaba, hacemos de zarzamora, tapioca, higo y arroz con leche de cabra”, detalló Rebeca.
Este dos de febrero es día que motiva a la reunión familiar o amistades, con un detalle muy tradicional para el paladar: tamales con atole, chocolate caliente, champurrado o un buen café.
Con información de MVS Noticias.
JC