Policíaca
Cárteles y violencia criminal acechan 40 distritos electorales en México
La presencia del crimen organizado y el narcotráfico afecta el proceso electoral en al menos 40 distritos federales en diversas regiones de México.
México a 21 de febrero de 2024.- El próximo proceso electoral en México, que culminará el 2 de junio, se enfrenta a un desafío significativo debido a la presencia y el control del crimen organizado y el narcotráfico en al menos 40 distritos federales dispersos en varios estados del país. Estas áreas son objeto de disputa entre diversas organizaciones criminales, como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y el Cártel de Santa Rosa de Lima, lo que complica el panorama para los cientos de candidatos que competirán por cargos federales, estatales y locales.
Un análisis realizado por MILENIO revela la complejidad que enfrentarán estos aspirantes, quienes llevarán a cabo sus campañas en regiones donde los grupos delictivos operan de manera constante, influyen en la vida local o están involucrados en conflictos armados. En Guerrero, por ejemplo, los distritos electorales 1 y 7 se ven afectados por la disputa entre La Familia Michoacana, Los Tlacos y Los Ardillos, lo que representa un riesgo para los candidatos y la población.
La situación no es exclusiva de Guerrero; otros estados como Michoacán también enfrentan desafíos similares, con municipios dominados por Cárteles Unidos o el Cártel Jalisco Nueva Generación. La inseguridad en estas áreas ha llevado a que algunos aspirantes se retiren de la contienda electoral, mientras que otros han sido presionados o amenazados por grupos criminales.
El análisis muestra que los distritos afectados suman más de 6.1 millones de posibles votos, lo que indica el impacto que la violencia criminal puede tener en el proceso electoral. Además, se han documentado casos de intimidación y presión por parte de células de cárteles de la droga hacia aspirantes a cargos públicos, lo que refleja la interferencia del crimen organizado en la política local.
En resumen, la intersección entre la violencia criminal y el proceso electoral representa un desafío significativo para la democracia en México, con áreas donde los grupos delictivos ejercen un control considerable y afectan la participación política y la seguridad de los ciudadanos.
Con información de Milenio.
JC