México
¿Por qué México y EE.UU. pelean por el agua? Te explicamos
Las autoridades mexicanas están trabajando duro para elaborar un plan para aumentar la cantidad de agua que el país envía a Estados Unidos debido a la creciente preocupación de que el presidente Donald Trump pueda arrastrar una disputa sobre un tratado de agua de 81 años de antigüedad a las negociaciones comerciales, según tres fuentes familiarizadas con el asunto.
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En virtud de un tratado de 1944 que estipula el reparto de agua entre ambos países mediante una red de presas y embalses interconectados, México debe enviar 1.75 millones de acres-pie de agua a Estados Unidos desde el Río Bravo cada cinco años. Un acre-pie de agua es suficiente para llenar aproximadamente la mitad de una piscina olímpica.
El ciclo quinquenal actual vence en octubre, pero México ha suministrado menos del 30% del agua requerida, según datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Dicho de otro modo, México adeuda suficiente agua para abastecer a una ciudad mediana durante unos 30 años.
México sostiene que una sequía histórica alimentada por el cambio climático hace imposible cumplir con sus compromisos en materia de agua, escenario para el cual el tratado ofrece indulgencia, permitiendo que la deuda hídrica se traslade al siguiente ciclo de cinco años.
Pero esa excusa ha caído en oídos sordos entre los republicanos de Texas, que han acusado públicamente a México de ser crónicamente moroso en sus entregas de agua y de ignorar flagrantemente el tratado.
El agua, nueva moneda de cambio
Con las relaciones entre Estados Unidos y México ya deterioradas por cuestiones de seguridad, migración y aranceles, ambos países podrían estar en camino a un enfrentamiento también por el agua, lo que agravaría los problemas de México mientras lucha por sortear un campo minado de problemas con la administración Trump. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha declarado que el país continuará negociando con Estados Unidos en las próximas semanas sobre los aranceles impuestos por Trump.
Las dispares reclamaciones por el agua se han disuelto en amenazas de demandas contra el Gobierno federal de México, tanto de Texas como de los estados del norte de México que protegen celosamente su suministro de agua.
En las últimas semanas, se ha llevado a cabo al menos una reunión entre los gobiernos estatales y la autoridad federal del agua para discutir cómo aumentar los envíos mexicanos a Estados Unidos.
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La preocupación de México de que el agua pueda convertirse en parte de las negociaciones comerciales, y los detalles de la lucha por aumentar los envíos, no se han informado previamente.
La tensión está aumentando tanto con Estados Unidos como dentro de México.
En 2020, la Guardia Nacional de México se enfrentó con agricultores en la presa de Boquilla en Chihuahua por el suministro de agua a Texas, y un manifestante murió.
La disputa por el acceso al agua es la última de una tensa relación que dura décadas y que en ocasiones ha desembocado en protestas y violencia. El tratado, de 81 años de antigüedad, nunca contempló el cambio climático ni el crecimiento industrial y agrícola masivo a lo largo de la frontera, impulsado por el libre comercio entre ambos países.
El tratado también requiere que Estados Unidos entregue anualmente 1.5 millones de acres-pies de agua a México desde el río Colorado, una obligación que Estados Unidos ha cumplido en gran medida, aunque las entregas recientes se han reducido debido a una grave sequía, algo que permite el acuerdo de 1944.
Si bien México envía mucha menos agua a Estados Unidos, ha tenido dificultades para cumplir su parte del trato debido a una combinación de factores que incluyen sequías, infraestructura deficiente y una creciente demanda local.
Los políticos en Estados Unidos también sostienen que las crecientes industrias de ganado y de nueces pecanas a lo largo de la frontera con México han agotado agua preciosa, y dicen que el fracaso de México en cumplir con su cuota de agua devasta a los agricultores tejanos que la necesitan para sus cultivos.
Un conflicto tan antiguo como actual
Las tensiones se intensificaron el 20 de marzo, cuando Estados Unidos rechazó por primera vez una solicitud de México para un suministro de agua de emergencia del río Colorado a Tijuana, citando las deficiencias de México bajo el tratado de 1944.
Hasta el momento, según un funcionario mexicano, México ha acordado enviar 122 mil acres-pie de agua a Estados Unidos y está trabajando en una opción para entregar otros 81 mil acres-pie. Sin embargo, esa agua adicional significaría que México habría enviado menos del 40% del agua que le corresponde según el tratado.
Si bien no está claro si esos esfuerzos apaciguarán a Estados Unidos, el plan para extraer más agua ha desatado una tormenta política en México, donde los agricultores y los políticos estatales del norte están furiosos ante la perspectiva de que el Gobierno federal les quite el agua por la fuerza.
Con información de UNO tv.