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México

Tienen oro y es su maldición: los nahuas, pobres, pagan sangre por la ambición de canadienses

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En el centro del estado de Guerrero, al sur de México, tres pueblos enfrentan sus demonios. Los que llegaron del extranjero, los que surgieron desde el fondo de ellos mismos y los que tienen una presencia que más vale tolerar porque hay caldo de cultivo para que pervivan y se empoderen. Todo por el oro.

Huitziltepec, Nuevo Balsas y Carrizalillo son tres pueblos encaramados en el cinturón de oro ambicionado lo mismo por las canadienses Minaurum Gold, Goldcorp y Torex Gold Resources, que por grupos criminales.

Apenas el 21 de junio pasado, funcionarios del Gobierno estatal y municipal firmaron un convenio para “convertir la minería en fuente de desarrollo”, con el mismo potencial que el sector turístico. Pero en la zona, también hay producción de goma, opio, así como heroína. En medio, quedaron los pobladores.

En Coaxtlahuacán, comunidad de Mochitlán, también en el centro del estado, donde la empresa australiana Pacifico Minerals, avanza con las perforaciones de prueba.

Es Guerrero y su tesoro de oro que más que desarrollo le ha traído desgracia. Es Guerrero con una tranquilidad que en 2018 huele a resistencia.

Cocula, Guerrero, 24 de julio (SinEmbargo).– En Huitziltepec no hay agua. A veces, ni siquiera para hacer un buche hay agua.

A pesar de eso, los habitantes de este pueblo nahua del centro de Guerrero, en temporal, con esfuerzo y tenacidad, arrancan a esta tierra reseca la mayor parte del año, siete a ocho toneladas de maíz por hectárea. Mucho maíz para un pueblo con estas características. El promedio en esta región sur es de 2.8 toneladas por hectárea.

El sueño de los habitantes ha sido sembrar todo el año, pero necesitan un sistema de riego conectado a una fuente de agua.

La ilusión iba a ser una pesadilla.

Saúl Sánchez Núñez tenía 31 años cuando lo eligieron comisario municipal. Era febrero de 2015.

Una mañana de marzo, lo llamaron a la comisaría a una reunión entre el comisariado de bienes comunales y representantes de una compañía.

“Como aún no era comisario en funciones les dije que no me correspondía. Me dijeron que era importante para la comunidad. Llegué cuando las autoridades del comisariado firmaban un papel. Me dijeron que era un permiso para que estos señores, gente que no conocía, buscaran agua. Yo dije: ‘ah pues sí firmo’. Y firmé”, cuenta.

Al joven y confiado comisario electo no se le ocurrió leer antes el papel.

En septiembre de 2015, asumió el cargo de comisario. Tenía pocos días como autoridad, cuando fue informado de que en el paraje de Totocualontitlán había entrado maquinaria y gente extraña había montado un campamento. El comisario fue a ver de qué se trataba. Había muchos hombres de chaleco y casco naranja trabajando. Se presentó y preguntó qué hacían y por qué habían entrado así al pueblo.

–Usted es el comisario – reviraron.

–Sí, acabo de asumir – respondió presto.

–Ahh, pues estamos aquí con su permiso.

Saúl Núñez sudó frío.

Uno de esos hombres le dijo que traía un documento con su permiso. Fue por él y lo sacó de una carpeta.

Recibió el documento y ahora sí leyó. Lo que había firmado era un permiso a la compañía Minaurum Gold para buscar metales. Se trataba, en resumidas cuentas, del permiso de exploración.

Saúl dijo que era un error, que había firmado para que buscaran agua. Ellos seguían trabajando sin hacerle mucho caso. Dijo a esas personas que su firma en ese documento no valía nada, porque sólo la asamblea otorga esos permisos.

Años después, se le pregunta:

–¿Y el comisariado de bienes comunales también había sido engañado?

–Creo que no, ellos sí sabían, porque no hicieron nada para rechazar a la minera en nuestras tierras.

De hecho, un grupo de comuneros y ciudadanos opinan que se necesita la minería para generar empleos. En estos tres años, han tenido reuniones fuera de la comunidad para escuchar sobre el proyecto minero. Sería bueno algo así en nuestro pueblo, pero la gente no quiere –lamenta el actual presidente del Consejo de Vigilancia del Comisariado, Beremundo Castrejón.

Saúl Núñez en aquel septiembre de 2015 convocó a una asamblea urgente. Gente de la compañía lo visitó en la comisaría para ofrecerle un trato: cuatro mil pesos por cada perforación. Serían unos 50, para empezar.

Quien se ha convertido en uno de los líderes de la lucha antiminera en los pueblos nahuas confiesa que el ofrecimiento monetario pudo haberlo tentado, pero ante los asesinatos y enfermedades en Carrizalillo, desde que llegó la minería, tomó la decisión correcta.

“En la asamblea, con vergüenza, conté que había firmado sin leer el permiso para que entrara la minera, que asumía mi error y dejaba el cargo para que pudieran nombrar a otro comisario. La gente me perdonó y después expuse que implicaba si dábamos el permiso. Todos rechazamos su presencia y de ahí mismo fuimos a correrlos”, recapitula.

“¡Fuera, fuera, fuera! ¡Aquí no queremos minería!”, les gritaban. En el paraje ya habían levantado una barda de concreto a la que habían puesto “Los vuelcos del destino”, nombre de la concesión otorgada por el Gobierno federal que afecta 10 mil 651 hectáreas, de las 14 mil que tiene esta comunidad.

Esta mañana de junio de 2018 Huitziltepec se despierta con un cielo transparente. Se siente en el aire el olor del humo, ese humo que sale de los fogones y que precede al de las tortillas. Muchos olores y ruidos llegan de golpe a las glándulas olfativas.

Afortunadamente, son los olores y ruidos de un pueblo despertándose a las labores cotidianas. Hay mucha tranquilidad en Huitziltepec. Una tranquilidad que huele a resistencia.

NUEVO BALSAS: PRIMEROS AÑOS DEL INFIERNO

Aun con el calor de mediodía, este 20 de septiembre de 2016, los habitantes de Nuevo Balsas salen de sus casas rumbo a la cancha deportiva. Están citados a una reunión con organizaciones sociales que llegaron esta mañana para apoyarlos si es que deciden por segunda ocasión bloquear las actividades en la mina Los Guajes-El Limón, de la empresa Media Luna, filial de la canadiense Torex Gold Resources.

La reunión es resguardada por siete elementos y dos patrullas de la Policía Estatal Preventiva, parte de la seguridad con la que cuenta la compañía canadiense.

Pero nadie pide la palabra. El micrófono se queda del lado de los visitantes, unos 15 en total, de diversas organizaciones, entre ellas, la sección 17 del Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana.

“Compañeros, compártannos cómo están aquí, cuáles son sus problemas, queremos ayudarles”, dijo uno de ellos. Los pobladores de Nuevo Balsas se ven unos a otros, se dicen en corto –pasa tú, –no tú, –mejor tú, anda di todo lo que me estabas diciendo, tú lo sabes mejor. Nadie se anima.

El trayecto de la capital guerrerense, de donde llegaron las organizaciones a Nuevo Balsas, municipio de Cocula, es largo y cargado de nerviosismo, a pesar de que el contingente de visitantes es nutrido. En 2013, hombres armados comenzaron a detener unidades del transporte público y a llevarse a los pasajeros. Algunos siguen desaparecidos, a otros los regresaron después de que sus familias juntaron cada peso que les exigieron.

Se llega ahí por la carretera federal México-Acapulco, a través de un camino reseco que Media Luna, les prometió pavimentar a la altura de Mezcala (Eduardo Neri, tramo Chilpancingo-Iguala) o al cruzar todo Cocula. Ambas rutas peleadas por delincuentes.

La gente de las organizaciones vuelve a preguntar quién quiere hablar. Pero nadie alza la mano. Se ven temerosos de decir abiertamente lo que en corto sí comentan, que la actividad minera los está enfermando, que la mayoría tiene infecciones en la piel, ojos irritados, dolores de garganta, pérdida de voz.

En esa cancha enorme, con los policías pendientes de sus palabras nadie habló. Así se vive en Nuevo Balsas, con el miedo a las espaldas.

LAS NUBES DE POLVO

Al medio día, el pueblo se sacude con un tronido que levanta una nube de polvo. Sale detrás del cerro. Es la señal, como las campanadas de la iglesia para la misa, de que “Media Luna” inició la búsqueda de oro del día: 857.5 onzas.

Así lleva tres años. El 20 de noviembre de 2015, la Torex Gold Resources mostró a su personal calificado el resultado de su operación en Nuevo Balsas: su primer lingote de oro. Una barra dorada de 25 kilógramos. Los directivos celebraron en su oficina privada con un brindis con champaña espumoso. El resto de los trabajadores, lo contarían sus familias, se quedaron sólo con el orgulloso de haber fabricado la primera barra.

La minera proyectó extraer al año de Media Luna 313 mil onzas. Los informes de la Torex Gold a sus accionistas, disponibles en sus portales digitales, establecen que la operación de su primera mina de oro durará hasta 2025, tiempo en que extraerá 3.63 millones de onzas de oro.

Cuando lo minera inició operaciones es este pueblo, por un convenio que firmaron sólo los 90 ejidatarios, las familias, alrededor de 900, se mantenían de pescar y vender libremente la mojarra que sacan de la presa El Caracol, construida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en 1986. Nuevo Balsas es uno de los pueblos que surcaban el río Balsas y que fueron reubicados por la construcción de la hidroeléctrica.

Para obtener dos gramos y medio de oro, deben remover una tonelada de tierra y plantas. Para una onza –equivalente a 25 gramos– 10 toneladas y para los 3.63 millones de onzas que espera extraer en su primera etapa, deberá cambiar de sitio 36 millones de toneladas de tierra.

Cada vez que la minera canadiense remueve la tierra llegan a casa de sus habitantes polvos fugitivos, con metales pesados como cadmio, mercurio, arsénico y manganeso, de acuerdo a las evaluaciones de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).

Hace dos años, Juan Arteaga Medina, entonces de 67 años, hablaba y la respiración parecía detenérsele.

“Siento que se me va la vida porque de repente no puedo respirar y mi voz se me está acabando. Aparte todo se me atora, hasta el agua o mi saliva, y junto con la voz se me comenzaron a caer mis párpados y la luz lastima mis ojos, no puedo ver nada de frente, tiene que ser con estos lentes y tengo que hacerle así –inclina un poco la cabeza para subir el ángulo de los parpados– y no tengo dinero para curarme porque me acabe lo que me dieron en hacerme una casita”, dice.
El médico del pueblo le decía a Juan, que sólo padece de una infección en la garganta. Al médico lo pagaba la compañía minera.

Para estas fechas nadie supo dar razón de Juan, pero la mina sigue expulsando sus polvos cargados de metales. “Ahorita andamos con la gripa, yo digo que es por lo mismo. Ahorita ya vienen más abajo –se refiere a como la minera sigue royendo los cerros–, los explosivos truenan. Tienen que cavar”, dijo una habitante del pueblo.

DE CÓMO UNA MINA TRIUNFÓ SOBRE LOS POBLADORES

La actividad minera en Nuevo Balsas trajo a dos grupos del crimen organizado: La Familia Michoacana y Guerreros Unidos. La presencia y operación criminal la registraron en las oficinas de gobierno, sin que ejidatarios y pescadores se libraran de pagar cuotas para vivir y trabajar en su pueblo.

Pronto, cualquier salida de Nuevo Balsas comenzó a sentirse como la última. Cualquier comentario a convertirse en una sentencia de muerte. Cualquier conversación a traducirse en una traición.

El tercer miércoles de octubre de 2016 que conocemos Nuevo Balsas, la esposa del joven que maneja la camioneta en que viajamos, dijo asustada al escuchar un tronido similar al de un balazo: “¡A ver si no nos están esperando!” Estábamos cerca del pueblo, se podía ver la presa El Caracol.

Con quienes viajamos son nuestros contactos. Es un grupo de habitantes que se oponen a la minera, porque con su presencia evaluaron alzas en enfermedades y violencia, y disminución en la producción de la mojarra.

Los opositores a la minera solían reunirse cada noche, en casa de alguno de ellos, con mucha cautela para no levantar sospechas. Ese miércoles supimos que cada medio día la minera dinamita los cerros para sacar minerales. El tronido que escuchamos al llegar venía de la mina.

A esa reunión nocturna llegó Quintín Salgado Salgado, un hombre joven que asumió el liderazgo del movimiento, y que resume el hostigamiento en que vivían con la vez que le tocó ir a entregar la cuota de los subcontratistas a Guerreros Unidos.

Lo esperaron en el camino de Atzcala. A mitad de la entrega aparecieron patrullas de la Policía Federal. Todos corrieron al cerro. En la cumbre le dijeron que tenía que entrarle a la refriega. Le dieron su cuerno de chivo. La noche cayó sin que los federales actuaran. Se pasó la noche en vela, pegado al cuerno de chivo.

“No tenía alternativa, si hubiera ocurrido el enfrentamiento si no tiraba a los federales, me tiraban a mí, era yo o ellos”, dijo esa vez.

La mañana del 24 de enero de 2018, Quintín Salgado Salgado fue asesinado a balazos al salir de su casa, en Nuevo Balsas. Ocurrió en el contexto de un problema entre Torex Gold y sus sindicalizados, que protestaban otra vez por su libertad sindical, porque querían obligarlos a seguir en un gremio a favor de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), grupo afín a la empresa.

Qunitín Salgado fue el tercer trabajador muerto durante el conflicto.

Con su muerte terminaron las reuniones nocturnas en las que se acordaría cómo sacar a la minera y parar el daño a su entorno ambiental. “Nos quedamos así nada más, por las cosas, como pasaron. Nada siguió”, dijo una de las mujeres del equipo. La minera ya no tiene oposición.

CARRIZALILLO, LA DESOLACIÓN

En este pueblo no hay niños jugando en la calle, mujeres platicando las novedades del día, ni señores yendo a su trabajo de campo. En estas calles angostas y polvosas se ve a jovencitos con armas largas colgadas al hombro.

Hay casas con puertas y ventanas blindadas. Muchas están abandonadas, algunas agujeradas.

Es un pueblo solitario con perros huesudos aullando de hambre. Los habitantes comenzaron a irse la mañana del 27 de marzo de 2015, luego del ingreso nocturno de hombres armados que atacaron mientras la gente dormía. Esa fecha, el pueblo quedó vació. La mitad de la población, unos 250 habitantes, regresaron cuando las cosas se habían calmado.

Para entrar a esta comunidad del municipio de Eduardo Neri se pide permiso. No se hace esta gestión a las puertas del pueblo, donde hay un retén de jovencitos con AK-47 a la vista.  Se pide con anticipación a través de la autoridad ejidal. Días después, llega el aviso, lacónico, sin detalles.

–Pueden subir.

Sólo así puede llegar gente que no es del pueblo: autoridades de gobierno, activistas de organizaciones sociales. Periodistas, ni soñarlo.

Este pueblo es Carrizalillo, una tierra ejidal de mil 500 hectáreas, con dos tajos abiertos en los que se saca oro y plata desde 2007. Se ubica en la región centro, a sólo 70 kilómetros de la capital.

Muchas cosas han pasado en Carrizalillo en estos últimos 11 años en los que se han extraído de sus entrañas de 3.4 a 3.7 millones de onzas de oro, de acuerdo a reportes financieros de Goldcorp Inc a la Bolsa de Valores de Toronto. El promedio de la onza de oro en este tiempo ha sido de mil 200 dólares. En algunos momentos llegó a cotizarse en mil 800.

El paisaje ha cambiado drásticamente. Los Filos y El Bermejal ya no son cerros. Eran unos gigantes de mil 200 metros de altura con árboles perennes en los que se alimentaba el ganado. Ahora son dos hoyos descomunales en la tierra, de los que se continúa sacando oro y plata.  Para 2024 que acaben las operaciones tendrá, cada uno, mil 300 metros de profundidad, reporta la REMA.

En estos que ya no son cerros se oye todo el tiempo un ruido infernal, explosiones para aflojar la tierra, palancas gigantes que arrancan de un solo movimiento 70 toneladas y bestias enormes que la transportan a otro lugar. Todo este movimiento y explosivos genera una nube de polvo que el aire lleva justo al pueblo. Ese polvo lleva partículas de metales liberados por las explosiones, como plomo, mercurio, cadmio y arsénico. Esos polvos fugitivos y el cianuro que se usa para separar el oro enfermaron de muerte a la población. Los pocos bebés que han nacido llegan al mundo con mutaciones que los dejan vivir solo unos cuantos días.

La REMA indicó que han hecho dos monitoreos a la salud de los habitantes, en 2012 y 2014.

“De acuerdo a nuestro último censo, y haciendo proyecciones al 2018, es posible que hayan fallecido más de 80 personas por daños a la salud”, expuso la REMA.

La violencia comenzó en 2011. Desde ese año, no han tenido paz. El dinero por la renta de sus tierras, aunque ha sido el convenio más ventajoso que una comunidad ha logrado, se les ha ido en el pago de extorsiones, de secuestros –aunque algunos ya no regresaron con vida sino hechos pedacitos– en pagos por “protección” al crimen organizado y para curar sus enfermedades.

La mañana del 20 de marzo de 2014, al presidente del comisariado ejidal, Onofre Peña Celso, conocido como El Pescado, abrió la puerta de su casa. Eran unos cincuenta hombres armados y encapuchados.

“Uno de ellos se identificó como Clave Nueve, dijo que eran de Los Rojos”, contaría Onofre años después.

Esos hombres se metieron a la casa del comisariado, a la que convirtieron en su centro de operaciones. El grupo comenzó a reclutar jóvenes. El rumor de que Carrizalillo era base de operaciones de ese grupo de la delincuencia se extendió rápido por los demás pueblos.

El 2 de junio de 2014, Los Rojos enfrentaron en el pueblo a un comando de los Guerreros Unidos, el otro cártel que desde Iguala quiere ejercer el dominio en la zona Centro. Cuatro muertos y tres heridos quedaron tirados en las calles, al parecer, del grupo agresor.

En estos 11 años de operación minera fueron asesinados 49 habitantes, muchos para una comunidad que rondaba los 500 habitantes.

Una sola familia, los Peña Celso tienen 11 integrantes asesinados. A Onofre Peña, el ex comisariado lo asesinaron en un enfrentamiento en Iguala, en donde se había refugiado, con otros tres habitantes de Carrizalillo.

Los jovencitos del retén a la entrada de Carrizalillo y los que andan en sus calles con las armas al hombro son de otros pueblos, pero han plantado aquí su semilla. Se hicieron novios de las hijas de los ejidatarios. Cuatro mujeres están por ser madres, una de ellas, forzada por uno de los jovencitos con AK-47.

El peldaño más alto de la violencia, en Carrizalillo, ya comenzó.

Mientras la comunidad se sume en lo más profundo de la espiral violenta, Goldcorp vendió su operación a la Leagold Mining, también canadiense, por su política de responsabilidad social llamada “oro libre de conflicto”.

Y, en Carrizalillo, ya había mucho.

Por Margena de la O y Marlén Castro de Sin Embargo

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Política

Shakira y Viacrucis juntan más personas que PAN y PRI en sus filas; viven crisis de afiliaciones

De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) para que los partidos puedan mantener su registro deben contar con el equivalente al 0.26% del padrón electoral federal.

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Foto: Cuartoscuro.

Los principales partidos de oposición del país, viven sus momentos de menor popularidad y de afiliación, al grado de que el Partido de Acción Nacional (PAN)  roza su desaparición.

El próximo año, el INE deberá realizar la verificación de los padrones de afiliados a los partidos políticos, pero los números han comenzado a moverse, pues la dirigencia de Morena encabezada por Luisa María Alcalde, informó que ya suman 4.5 millones de personas afiliadas a ese partido.

Padrón electoral del PAN

El partido de Jorge Romero tiene el menor número de afiliados en su padrón con apenas 277 mil 665. 

De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE) para que los partidos mantengan su registro deben contar con el equivalente al 0.26% del padrón electoral federal que haya sido utilizado en la elección federal inmediata anterior.

Es decir, 246 mil 270 militantes, esto con datos de la elección de 2021 y el padrón del PAN de 2023, el último certificado por el INE; el PAN apenas supera esta cifra con 31 mil 395 afiliados.

Aunque sus números son mayores que los del PAN, a nivel histórico, el PRI cuenta con el menor padrón de su historia: con 1.4 millones de afiliados de acuerdo con la última medición, reflejo de la fuga y expulsión de varias de sus figuras.

Incluso los llamados “aliados” o “partidos satélite” de Morena superan hasta por el doble de militantes al PAN: el PT cuenta con 457 mil 624 seguidores y el Partido Verde con 592 mil 417.

Mientras en diversas mediciones se revela que cada menos personas votarían por el PRI y el PAN, Morena sigue ganando adeptos lo que orilla a la oposición a luchar por no perder su registro.

Durante la campaña por la búsqueda de la presidencia del PAN, Jorge Romero, anunció para el inicio de este 2025 una campaña masiva de afiliación a su partido, abrir los estatutos para que ciudadanos pudieran ser sus candidatos y hasta perfilar abanderados para los comicios de 2027. Acciones que en los primeros cuatro meses del año no se han concretado.

Sobre la afiliación al PAN apenas han quedado en discursos y en una revisión hecha en las redes sociales de Romero y el partido; así como en los comunicados institucionales no hay una mención a esa supuesta prioridad de partido.

MILENIO revisó el padrón del PAN en el que figuran sus cuatro gobernadores: de Aguascalientes, Teresa Jiménez; de Chihuahua, María Eugenia Campos; de Guanajuato, Libia Denisse García y de Querétaro, Mauricio Kuri.

¿Por qué los panistas están en el olvido?

También sus líderes parlamentarios del Senado Ricardo Anaya y Elías Lixa; su presidente nacional, Jorge Romero y sus integrantes del CEN, Santiago Taboada, Eduardo Rivera, Renán Barrera y Romina Contreras.

Figura en la lista de la Ciudad de México el ex alcalde de Benito Juárez, Christian Von Roehrich, quien desde el 20 de abril de 2023 está detenido, acusado de pertenecer a una red de corrupción inmobiliaria.

En las listas de Michoacán se encuentra un hermano del ex presidente Felipe Calderón, Esteban Calderón Hinojosa; mientras que su hermana Luisa María, ya no está en los registros de afiliación del PAN.

Tampoco hay rastro de sus dos ex presidentes Vicente Fox Quesada ni del propio Calderón.

El padrón del PAN de 277 mil 665 militantes, está muy por debajo de eventos sociales como la gira Las Mujeres Ya No Lloran World Tour de la cantante colombiana Shakira.

Durante los cinco días de conciertos en el Estado GNP, de la Ciudad de México, logró reunir a 300 mil asistentes. Por esas fechas se afirmaba que “todo México” fue a ver a la intérprete de Las Caderas No Mienten.

El comunicado oficial de la gira de Shakira en nuestro país estima que en su gira por seis estados sumaría 842 mil asistentes, algo así como tres padrones del PAN.

La tercera caída del PRI

En la última verificación del INE, arrojó que el tricolor cuenta con un millón 411 mil 889 afiliados, posicionándose en el segundo lugar, detrás de Morena que en ese entonces contaba con 2 millones 322 mil 136 afines.

Tras ganar las elecciones de 2012, el PRI llegó a su punto más alto de afiliados con 7.5 millones, pues durante las presidencias de Pedro Joaquín Coldwell y César Camacho Quiroz se hizo una intensa campaña de sumas al tricolor.

El Programa para la Unidad de la Militancia en el Activismo, conocido como “Suma+10”, logró la cifra anterior de priistas, “la más alta registrada por ningún otro partido”.
Sin embargo, desde la caída del PRI, en el 2018, sus números de militantes y figuras se vinieron a menos. Algunos como Alejandro Murat, Omar Fayad, Claudia Pavlovich, Carlos Aysa, Eruviel Ávila, entre otros, se sumaron a Morena, o bien en el gobierno y hasta en la diplomacia.

Otros más se fueron en una abierta disputa con su líder, Alejandro Moreno, como Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y Alfredo del Mazo.

De los priistas que aún están en el padrón se encuentran sus líderes en el Senado, Manuel Añorve y en Diputados, Rubén Moreira; así como su secretaria general, Carolina Viggiano. También los senadores Paloma Sánchez Ramos y Pablo Angulo Briceño.

Los ex líderes camerales Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón aparecen de igual manera en las listas de Sonora y Yucatán, respectivamente.

Al menos en la lista de Campeche no aparece el nombre de Alejandro Moreno Cárdenas, a pesar de que construir su carrera política desde cargos juveniles y partidarios en su estado. Tampoco están los ex presidentes Ernesto Zedillo, Carlos Salinas de Gortari ni Enrique Peña Nieto.

PRI se aferra con más fuerza que el PAN

Contrario al PAN, el PRI sí ha desplegado una intensa campaña de afiliación que va desde espectaculares hasta instalación de centros de suma en los eventos estatales de su líder nacional y en los comités directivos estatales.

En su portal de redes sociales también invitan a la ciudadanía a sumarse al tricolor y han generado retroalimentación con su comunidad desde páginas de Facebook y podcasts institucionales.

Para dimensionar la militancia del PRI, puede compararse con un evento cultural como es la Pasión de Cristo que se realiza cada año en Iztapalapa.

En su más reciente edición de 2025, 1.5 millones de fieles acudieron a la representación en el Parque Jardín Cuitláhuac donde Jesucristo iba a ser azotado ante Poncio Pilatos y al Cerro de la Estrella, donde es crucificado.

Con información de Milenio.

CAC

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México

‘Sin narco, no hay narcocorridos’; Alegres del Barranco defienden canciones con entrevista de Los Tucanes

Los Alegres del Barranco volvieron a redes sociales tras varios días de silencio y recordaron una entrevista de Los Tucanes de Tijuana que defienden los narcocorridos

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Foto: Especial

Los integrantes de los Alegres del Barranco habían guardado silencio en redes sociales después de la polémica que generó su show del 29 de marzo en el auditorio Telmex; incluso ayer tras salir de su comparecencia en la Fiscalía General del Estado de Jalisco, no dieron alguna declaración a los representantes de los medios.

Unas horas después de estar ante las autoridades estatales, publicaron en su cuenta oficial un fragmento de una antigua entrevista y etiquetaron al perfil de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

El mensaje que mandaron fue “acabándose el narco, se acabarán los narcocorridos”, respondiendo a la ola de medidas restrictivas por parte de las autoridades municipales y estatales contra los cantes de narcocorridos.

“Una película, un libro no va a echar a perder al público. Creo que si vemos mejor la realidad como es hay que prohibir otra cosa ¿No? Los corridos no son consecuencia del narcotráfico, no son causa. Acabándose el narco se acabarán los narcocorridos”, dijo Mario Quintero Lara, de los Tucanes de Tijuana, en una entrevista televisada hace más de una década.

Foto: Especial

Presentación de los Alegres del Barranco que ‘derramó el vaso’

La presentación del pasado 29 de marzo de Los Alegres del Barranco en Jalisco, donde mostraron imagen de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mecho” líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, y hacer tributo al cantar “El jefe del Palenque” fue la ‘gota que derramó el vaso’ para la agrupación.

La sociedad jalisciense y de otras partes de México estaba pasando por un mal momento, pues dos semanas antes del concierto se había dado a conocer los hallazgos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán. Lote que era utilizado por el grupo criminal que tiene mayor presencia en la entidad para el adiestramiento de personas reclutadas, que aquellas que no pasaran las pruebas eran asesinadas y enterradas ahí mismo.

Esto desencadenó olas de críticas y apoyo por parte de los seguidores de la banda. Mientras que gobiernos municipales y estatales comenzaron a cancelar las presentaciones de los Alegres del Barranco, y a prohibir que otros cantantes o agrupaciones cantaran canciones que hicieran apología a la violencia y a líderes de grupos criminales.

Aunque el gobierno de México no fue el único en poner la mira sobre los artistas. Desde entonces, el gobierno estadounidense también tomó medidas anulando la visa de los Alegres del Barranco; determinación que ha provocado que Luis R. Conriquez y Grupo Firme cedan y anuncien una pausa en la interpretación de narcocorridos.

La presidenta Sheinbaum Pardo ha dicho que no busca prohibir los narcocorridos, sino concientizar a las personas; en tanto, algunos estados limitan la expresión de corridos en eventos masivos y en eventos organizados en espacios del gobierno.

Con información de El Financiero.

CAC

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México

Gusano barrenador en humanos: ¿cuáles son los síntomas de la miasis, enfermedad causada por la larva?

El primer caso en una mujer de 77 años ha despertado las alertas en las autoridades sanitarias

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Recientemente la Secretaría de Salud (SSA) confirmó el primer caso de miasis por gusano barrenador en una mujer de 77 años de edad, situada en el municipio de Acacoyagua, en Chiapas. El informe indica que la paciente se encuentra estable, bajo tratamiento antibiótico en el Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud Tapachula, donde continuará con su tratamiento médico.

Se trata de un grave problema de salud pública, debido a que el gusano barrenador ha representado una serie de problemas para la industria ganadera. Ahora, el problema podría extenderse debido a la confirmación de miasis en un ser humano.

Tras la difusión del caso, la Secretaría de Salud y Agricultura comenzaron intervenciones para vigilar el comportamiento del gusano en el ganado y sus posibles efectos en el ser humano. De acuerdo con Salud, México no había atravesado complicaciones por el gusano barrenador desde 1991.

Foto: Especial

¿Cuáles son los síntomas de la miasis?

La miasis es una enfermedad parasitaria causada por las larvas que se meten a través de las heridas de las personas y animales y abundan en sitios tropicales con poco acceso a servicios salubres. Los síntomas para detectar la miasis son los siguientes

  • Picazón en la piel
  • Sensación de movimiento en las zonas afectadas
  • Dolor agudo y punzante
  • Inflamación
  • Manchado de sangre
  • Estornudos
  • Epistaxis

¿Cuál es el tratamiento de la miasis?

No existen medicamentos para tratar la infestación por el gusano barrenador, de modo que el tratamiento consiste en extraer rápidamente las larvas y cuidar la limpieza de la herida, según información del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

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¿Qué es el gusano barrenador?

Este gusano, también conocido como Cochliomyia hominivorax, es la larva de una mosca que ocasiona miasis en sus huéspedes. Es una plaga endémica donde las hembras adultas depositan huevos en las heridas, lo que ocasiona el esparcimiento de la enfermedad.

Durante finales del 2024 el gusano barrenador tuvo un brote en el ganado de Chiapas, por lo que los productores se vieron obligados a intensificar sus protocolos de sanidad. En ese entonces, el gusano amenazó la seguridad alimentaria en México y Centroamérica, pues sus efectos en la ganadería pueden llegar a ser devastadores.

Con información de El Heraldo de México.

CAC

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