Irma Garmendia Bazúa recibe el Premio Sinaloa de las Artes

Todos mis trabajos tienen el toque de lo humano; yo no escribí para mí, sino para todos

Desde el Instituto Sinaloense de Cultura del Gobierno de Sinaloa, “hemos hecho un esfuerzo promoviendo la cultura, buscando siempre la recuperación del tejido social, procurando llevarla a todas partes donde nos fue posible. Las mujeres sinaloenses, las mujeres artistas que se han encargado de difundir la cultura incondicionalmente, también han hecho su esfuerzo. Y la maestra Irma Garmendia Bazúa es un ejemplo palpable de ello”.

Lo anterior lo expresó María Luisa Miranda Monrreal, directora general del ISIC, tras entregar el Premio Sinaloa de las Artes 2016, máximo galardón que otorga el Gobierno de Sinaloa a sus creadores de arte, a la profesora, cronista y poeta Irma Garmendia Bazúa, por unanimidad del jurado.

En un solemne y emotivo acto celebrado en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario y en una de las más significativas actividades del Festival Cultural Sinaloa 2016, Miranda Monrreal agregó que “la cultura sinaloense vive uno de sus mejores momentos y eso nos tiene que congratular y este premio es un homenaje a todos los que le dan forma desde indistintos frentes con disposición, curiosidad y encomiable disciplina”.

“Hoy, agregó, la maestra Irma Garmendia, nativa de Eldorado, tierra que la narradora Inés Arredondo dotó con los más íntimos fantasmas del drama humano, funge como representante de muchos creadores. Su obra como poeta, ensayista y periodista, así como su gestión en distintos frentes de la promoción cultural, la vocación académica, el apego a la provincia como tema para otorgarle universalidad a toda su dimensión simbólica, fueron suficientes méritos para que el jurado, conformado por las instituciones educativas más importantes del estado, así como la Secretaría de Educación Pública y Cultura, considerara ganadora a la maestra”

Vale decir que desde su creación en 1988, y su posterior transformación en 1997, en el Premio Sinaloa de las Artes, “no fue sino hasta esta administración cuando comenzaron a surgir el nombre de mujeres brillantísimas que han hecho de Sinaloa un territorio más sensible, más profundamente humano en el ejercicio de las artes, más íntimo en la exploración de una vida doméstica que desea, sobre todo, arraigar en la paz, en la seguridad, en el ideal de un Sinaloa donde podamos caminar tranquilamente”, dijo.