Salud
Terror en los hospitales de Sinaloa
Médicos, enfermeras y hasta vigilantes nada han podido hacer para detener a los asesinos que culminan los “trabajos”.
Los ajustes de cuenta han llegado hasta los hospitales, donde personas armadas irrumpen a los pasillos y cuartos de los nosocomios a terminar el trabajo inconcluso.
La mayoría de las muertes se llevan a cabo ante la mirada atónita de policías, doctores y enfermeras.
Estos atentados reflejan que la delincuencia está muy por encima de las autoridades, que a pesar que algunos hospitales cuentan con vigilancia policial, éstos son desarmados en su mayoría para cometer los crímenes.
Para intentar frenar este fenómeno las autoridades del estado han colocado botones de pánico que están conectados de forma directa a C4, cámaras de video vigilancias y patrullaje constante.
Además de que las autoridades del estado tienen la orden de brindar seguridad a las personas que resulten heridas de bala en algún hecho.
El último fue la madrugada del domingo 14 de agosto, cuando cuatro personas armadas ingresaron al hospital General de la colonia Rosales para asesinar a Hernan “N” quien se encontraba en la sala de urgencias tratando de recuperarse de heridas de bala.
Trabajadores del lugar se quedaron sorprendidos de cómo las personas armadas sometían a los policías y los guardias del lugar para poder llegar hasta el joven que después fue asesinado con un arma blanca.
“Los sujetos entraron empercherados y con granadas en la mano”, señaló una persona del lugar que se retiró del hospital, cuando se dieron los hechos.
La impunidad con la que actúan y… ”protegidos” por las armas que portan, los asesinos pueden llegar a cualquier hora del día a cualquier hospital y culminar la obra que iniciaron momentos antes en otro lugar de la ciudad.
Incluso ni la Benemérita Cruz Roja se ha salvado de este tipo de sucesos, ya que son varios los que se han dado en sus instalaciones donde llegar personas heridas que al final son “rematadas” en el lugar y otras que han llegado a sus instalaciones huyendo de sus perseguidores pero que al final han caído abatidos en las afueras de sus instalaciones.